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El Banco Santander recupera la retribución al accionista: dividendo en efectivo y recompra de acciones

El Banco Santander recupera la retribución al accionista: dividendo en efectivo y recompra de acciones

28 septiembre, 2021
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Actualizado: 28 septiembre, 2021 19:30
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El Banco Santander volverá a dedicar cerca del 40 % de sus beneficios a remunerar al accionista desde noviembre, cuando pagará un dividendo en efectivo de 4,85 céntimos de euro por título y destinará más de 840 millones a la recompra de acciones, una fórmula a la que recurre por primera vez la entidad.

En total, más de 1.700 millones de euros que salen de los beneficios ordinarios del banco en la primera mitad del año y que el consejo de administración ha aprobado utilizar para remunerar a los accionistas con esa fórmula mixta, una vez que se levante el veto del Banco Central Europeo (BCE) al reparto de dividendos.

Según ha informado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el dividendo en efectivo se abonará a partir del 2 de noviembre y la recompra de acciones cuenta ya con el visto bueno del supervisor, aunque el Santander dará más detalle antes de la puesta en marcha de este programa.

El banco avanza también que anunciará una remuneración adicional con cargo a los beneficios de 2021 en el primer trimestre de 2022, un dividendo complementario que pagaría alrededor de mayo.

En un comunicado explica que si se mantiene la tendencia de resultados de la primera mitad del año, cuando el beneficio ordinario ascendió a unos 4.200 millones, volverá a recurrir al pago en efectivo y a la recompra de acciones.

3.500 millones de euros para los accionistas en 2021

De esa forma, sumando el dividendo a cuenta que pagará en noviembre y el dividendo complementario que abonaría en mayo, siempre que reciba luz verde de los accionistas y el supervisor, la remuneración a cuenta de 2021 ascenderá a 3.500 millones.

Aproximadamente la mitad de esa cantidad serviría para los pagos en efectivo, que estarían en línea con los 10 céntimos que abonó el Santander en efectivo en 2019, antes de la pandemia, en tanto que la otra mitad del dinero se emplearía en la recompra de acciones, equivalentes al 3 % del capital social del banco.

Todo ello supondría una rentabilidad en torno al 6 % para el accionista y la presidenta del Santander, Ana Botín, destaca que la evolución del negocio es «muy buena» y están encaminados a superar el objetivo de rentabilidad sobre el capital tangible (RoTE) para el año del 13-15 %.

La actualización en la política de retribución al accionista reafirma nuestra confianza en que invertir en nuestros propias acciones a su valoración actual es una oportunidad atractiva de generar valor a largo plazo para nuestros accionistas.

La recompra de acciones, una acción pionera en el Banco Santander

Es la primera vez que el Banco Santander recompra sus títulos y Botín considera que invertir en las propias acciones del banco a su valoración actual es una oportunidad atractiva de generar valor a largo plazo para los accionistas.

Añade que en el grupo ven oportunidades interesantes para seguir creciendo de forma rentable y orgánica.

Otros bancos europeos y americanos también están recurriendo a la recompra de acciones para generar valor; en España, el BBVA anunció hace casi un año su intención de recomprar hasta el 10 % de sus acciones, si bien no ha empezado a hacerlo y espera llevarlo a cabo de forma escalonada a partir del último trimestre de este año.

La principal ventaja de una recompra de títulos cuando las acciones cotizan por debajo de su valor en libros es que al reducirse el número de acciones en circulación se aumenta el valor tangible por acción algo que, además, no tiene efecto fiscal para los accionistas y permite una mejora del beneficio por acción y de los dividendos futuros.

Luz verde del BCE a los dividendos de la banca

En marzo de 2020, tras el estallido de la crisis sanitaria, el BCE recomendó a las entidades financieras que se abstuvieran de repartir los beneficios entre sus accionistas para contar con más capital, apoyar a la economía y cubrir los deterioros del balance.

El supervisor extendió en el verano esa recomendación, a pesar de que los bancos afeaban públicamente la decisión porque no hacía diferencias entre entidades y sufrían en bolsa la huida de los inversores hacia sectores sin limitaciones en el pago de dividendos.

Posteriormente, en diciembre de 2020, el BCE propuso limitar el reparto a un máximo del 15 % del beneficio, una oportunidad que la mayoría de entidades aprovecharon para alegrar a sus accionistas, aunque no sería hasta principios de julio de este año cuando el supervisor anunció que levantaría el veto a finales de septiembre.

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