El BBVA somete a su junta la ampliación de capital clave para la opa hostil al Sabadell
El BBVA celebrará el próximo viernes, 5 de julio, una junta extraordinaria en la que propondrá a sus accionistas la ampliación de capital necesaria para poder lanzar la opa sobre el Sabadell y llevar a cabo el canje de títulos con los accionistas del banco catalán. Si esta ampliación no cuenta con el respaldo de los accionistas, no hay fusión, porque es la forma ideada por Carlos Torres para pagar a los accionistas del banco catalán con sede en Alicante.
La junta de accionistas se celebrará a partir de las 10:00 en Bilbao, en el Palacio Euskalduna, aunque se podrá seguir a través de la propia web del banco.
La ampliación de capital consistirá en la emisión de nuevas acciones del BBVA, que será entregadas a los accionistas del Banco Sabadell que acepten la oferta de compra del grupo vasco, un paso clave en su estrategia para hacerse con el control de la entidad.
El presidente del BBVA, Carlos Torres, ha pedido a los accionistas del banco su apoyo para sacar adelante la ampliación de capital y avanzar en la compra del Sabadell, un proyecto «positivo» para los propios accionistas, empleados y la sociedad en su conjunto.
El BBVA ofrece una acción nueva suya por 4,83 del Sabadell en la opa hostil
La ampliación es clave porque gracias a ella el banco podrá ofrecer a los accionistas del Sabadell una acción nueva del BBVA por cada 4,83 títulos del banco catalán.
«La unión de ambas entidades reforzará nuestro posicionamiento y escala en el mercado español, y así conseguiremos una mayor eficiencia y rentabilidad», explicaba el banquero, que enumeraba, a continuación, las bondades de la operación para todo el mundo.
En su opinión, para los accionistas del BBVA supone una clara generación de valor, ya que, por un lado, formarán parte de un banco «más fuerte y competitivo» y, por otro, conseguirán elevar los retornos de la inversión con un limitado impacto en el capital.
Todo ello, destacó, se unía a una «atractiva» política de remuneración al accionista por parte del BBVA, que supone repartir entre el 40 y el 50 % del beneficio cada año.
Torres reiteraba además la intención de distribuir cualquier exceso de capital por encima del 12 %, lo que sigue dejando la puerta abierta a nuevos planes de recompra de acciones o incluso el pago de dividendos extraordinarios.
Buena para clientes, empleados y toda la sociedad
Más allá de los accionistas, el presidente del BBVA considera que la compra del Sabadell también es «positiva» para los clientes, que tendrán a su disposición un banco «de alcance global, una propuesta de valor diferencial y una mejor oferta de productos».
Una afirmación que choca frente a quienes argumentan que la fusión reducirá la competencia y empeorará la oferta comercial.
Asimismo, Torres cree que la operación también es buena para los empleados del grupo, que podrán aprovechar «nuevas oportunidades de crecimiento profesional».
Criticas mayoritarias
A pesar de todas las voces críticas, el banquero se mostraba convencido en su comunicación a los accionistas de que la fusión es positiva para la sociedad en su conjunto.
«La nueva entidad tendrá más capacidad para prestar a familias y a empresas, y para contribuir vía impuestos. Todo ello redundará en un mayor progreso económico y social», resumía.
La junta de accionistas se celebrará después de que el BBVA haya solicitado todas las autorizaciones para poder lanzar la opa, entre ellas la petición formal al Banco Central Europeo (BCE), después de haber hecho lo propio con el supervisor bursátil y con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El pasado 24 de mayo el BBVA solicitó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el visto bueno a la operación y la admisión a trámite del folleto de la opa y una semana después, el 31 de mayo, el banco remitió otra petición a la CNMC para que dé su opinión sobre la potencial fusión de las dos entidades.
La opinión de Competencia no es necesaria para que el BBVA pueda lanzar la opa, pues le basta con el plácet de la CNMV, que estudiará en profundidad el folleto de la oferta, y con el aprobado del BCE, que analizará los riesgos para la estabilidad financiera.
El BBVA podría lanzar la opa sin la opinión de la CNMC
Cuando la opa cuente con el beneplácito de la CNMV y del BCE, el BBVA podrá lanzar su oferta a los accionistas del Sabadell incluso aunque Competencia, la CNMC, no haya dado su opinión o impuesto condiciones.
De seguir adelante con su oferta, que en cualquier caso podría condicionar a la decisión final de la CNMC, el BBVA tendría que dar a los accionistas del Sabadell un plazo de entre 15 y 70 días para decidir si venden sus títulos.
Si la oferta prospera y el BBVA consigue que más de la mitad de los accionistas del Sabadell estén dispuestos a vender, el banco podría avanzar con su idea final de la fusión de ambas entidades, lo que estará sujeto a las condiciones que ponga la CNMC y al visto bueno final del Ministerio de Economía.
Desde que el BBVA anunció su opa sobre el Sabadell, el Gobierno se ha opuesto públicamente a la operación y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien rechazó la oferta, advirtió de que la última palabra sobre la fusión la tiene el Ejecutivo y, en concreto, él.