El CEO del Santander duda de la rentabilidad de las fusiones bancarias europeas

El CEO del Santander duda de la rentabilidad de las fusiones bancarias europeas

17 noviembre, 2020
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Actualizado: 17 noviembre, 2020 13:04
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El consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha mostrado este martes su duda de que las fusiones europeas sirvan para mejorar la rentabilidad bancaria, algo que considera es más fácil de conseguir con procesos de consolidación dentro de un mismo país.

Durante su intervención en unas jornadas organizadas por Deloitte y ABC, el «número dos» del Banco Santander ha explicado que la experiencia histórica ha demostrado que en las fusiones bancarias se dan importantes ahorros de costes, que rondan el 40 % de los de la entidad más pequeña, por lo que ve sentido a estas operaciones.

En este momento CaixaBank y Bankia están inmersas en un proceso de fusión, al igual que Unicaja Banco y Liberbank, mientras que BBVA y Sabadell han confirmado contactos para una posible unión; sin embargo Santander se mantiene al margen en esta segunda oleada, tras haber integrado al Banco Popular.

FUTURO TRAS LA PANDEMIA

Al margen de las fusiones, Álvarez ha aventurado un futuro para el sector financiero marcado por la digitalización, proceso que se ha acelerado varios años con la crisis, y la gestión de algunos desequilibrios como el mayor endeudamiento de las empresas.

El consejero delegado ha advertido también de que el paro subirá tras el fin de los ERTE y cree que, aunque la recuperación económica sea intensa, habrá que esperar hasta 2022 o 2023 para recuperar los niveles de riqueza previos a la pandemia.

Aunque los avances científicos para hacer frente al coronavirus puedan contribuir a la recuperación, el banquero pide que la acción de los bancos centrales y los gobiernos se extienda más allá porque considera que es necesario ganar la confianza de familias y empresas, «las ganas de invertir y de recuperar proyectos».

Su tesis es que aunque haya niveles de desempleo altos tras la crisis, los bancos tendrán que financiar a empresas con futuro para que generen riqueza, distinguiendo de compañías no viables.

Después de un año de pandemia, posiblemente las empresas no se habrán recuperado y será necesario extender los plazos de devolución de los préstamos con aval del ICO o los periodos de carencias.

En el caso de pequeñas empresas y autónomos, considera que a partir de la segunda mitad de 2021 los bancos tendrán que hacer un esfuerzo por distinguir entre las que presentan dificultades derivadas de la pandemia y las que tienen problemas estructurales.

Respecto a la situación financiera de las familias, Álvarez no prevé un gran desafío porque confía en que puedan hacer frente a sus hipotecas teniendo en cuenta los bajos tipos de interés. Las dificultades podrían venir en la financiación al consumo, pero son cantidades más pequeñas.

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