En gasolina y gasóleo, mejor bajar el IVA que el impuesto especial, según los economistas

El profesor Guillem López Casasnovas, que formó parte del grupo de expertos para la reforma fiscal, ha abogado este lunes por bajar el IVA a los carburantes en lugar de modificar el impuesto especial de hidrocarburos como vía fiscal para paliar el encarecimiento de los combustibles.

«El IVA hay que bajarlo ya», ha coincidido el presidente del Consejo de Economistas (CGE), Valentín Pich, a lo que el director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo, ha añadido la posibilidad de adoptar ayudas directas.

En una jornada organizada por el CGE para evaluar el libro blanco para la reforma fiscal, López Casasnovas ha considerado que «si hay que bajar algo, hay que bajar el IVA» porque el impuesto de hidrocarburos va ligado al volumen y su modificación podría alterar los precios.

El profesor ha abogado por «separar las propuestas» del comité de expertos para circunstancias normales de las actuales, como las iniciativas para incrementar la fiscalidad energética que «no es el momento de implementar».

Con respecto al impuesto de patrimonio, López Casasnovas ha reconocido que puede provocar situaciones de doble imposición, algo que «no es bueno», aunque el encargo del Gobierno no incluía evaluar la posibilidad de eliminarlo.

En cualquier caso, ha apuntado que una eventual abolición del impuesto de patrimonio debería ir acompañada de «un buen impuesto sobre herencias» y una mayor tributación de las rentas de capital.

«Ir a una base imponible estatal (del impuesto de patrimonio) es lógico», ha considerado, porque «si el impuesto es estatal el Estado se tiene que encargar de poner orden» porque, de lo contrario, la competencia entre comunidades autónomas acabaría dejando sin efecto el tributo.

López Casasnovas se ha mostrado satisfecho con el libro blanco a pesar de que la creación de la comisión de expertos «levantó una expectativa muy grande», aunque ha reconocido que el debate sobre la implementación de las medidas acabó «con las primeras bombas de (el presidente ruso, Vladimir) Putin».