España ya tiene Gobierno, pero la prima de riesgo no baja y las agencias de rating recelan

España ya tiene Gobierno, pero la prima de riesgo no baja y las agencias de rating recelan

14 febrero, 2020
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Actualizado: 14 febrero, 2020 13:44
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Desde el Gobierno en funciones se alentó la idea de que cuando el Ejecutivo estuviera en marcha, la prima de riesgo bajará paulatinamente. No ha sido así, y de hecho no consigue abandonar la zona de los 65-70 puntos básicos y sigue siendo pero que la de nuestro vecino Portugal, tradicionalmente con un riesgo siempre mayor que España.

La prima de riesgo es el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán a 10 años y el español. Ese diferencial marca lo que exigen de más los inversores a España a la hora de financiarla. Es importante, porque cada punto básico, en una deuda que en España roza los 1,2 billones de euros, supone millones de euros de más en pago de intereses.

El Tesoro Público español prevé emitir este año 196.504 millones de euros en deuda en términos brutos, mientras que la emisión neta estimada será de 32.500 millones, lo que dejará el endeudamiento público por encima de los 1,2 billones.

Para mantener a raya el pago de intereses es necesario que la prima de riesgo baje. El secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos San Basilio, cuando presentó el pasado mes de enero las previsiones de deuda, mostró su confianza en que en el caso de que finalmente el gobierno de Pedro Sánchez, como así ha sido, saliera adelante, sería bien valorado por el mercado y ayudará a reducir la prima de riesgo de forma paulatina.

San Basilio descartó que las medidas que prevé llevar a cabo el Gobierno de Sánchez penalicen a España en el mercado, ya que tal y como ha insistido, «están en línea con lo que vienen reclamando» inversores y analistas, y siguen profundizando en la corrección de desequilibrios macroeconómicos y sociales.

Asimismo, San Basilio consideró que un Gobierno que presente un presupuesto alineado con los compromisos con Bruselas dará más confianza a los inversores.

«Disponer de un nuevo Ejecutivo y aprobar un nuevo presupuesto es algo fundamental» para que las agencias de calificación mejoren la nota de España, añadió.

Sin embargo, las primeras líneas maestras presentadas por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, con más gasto, más déficit, menos empleo y menos crecimiento, no han sido del agrado de los inversores.

De hecho, antes de formar Gobierno, la prima de riesgo estaba más en la zona de los 60 puntos básicos que en la de los 70, como ahora.

Y ahora, ¿Qué puede pasar?

Las agencias de rating, aquellas que ponen la nota a países y empresas y por las que queda fijado su riesgo y, por tanto, lo que tendrán que pagar por financiarse, están a la espera de los Presupuestos y la decisión que se tomen sobre las reformas económicas para tomar una decisión, aunque no son pocas las que miran con recelo a un Gobierno de coalición de difícil encaje en el tiempo, pero ya advierten de decisiones que pueden ser negativas para España. 

«Aunque España ha sido capaz de formar gobierno, su mayoría es débil y el país no tiene experiencia con gobiernos de coalición», aseguró en su día la analista del rating soberano de España y vicepresidenta de Moody’s, Kathrin Muehlbronner.

La analista de Moody’s si cree igualmente que el rating de España puede peligrar porque «los riesgos para una revisión a la baja estarían vinculados con una política fiscal menos prudente, que aumentaría la deuda pública, y una reversión de las reformas estructurales, particularmente la reforma laboral y del sistema de pensiones».

Kathrin Muehlbronner da sus consejos para que se produzca lo contrario, es decir, para que mejore el rating de España y con ello la prima de riesgo que ahorrará millones de euros en pago de intereses. Así, esa subida en la nota soberana, vendrá condicionada por el esfuerzo en materia de reformas estructurales, saneamiento de las cuentas públicas y reforma de las pensiones para su sostenibilidad, no para ganar unas elecciones.

El analista principal del rating de España de S&P Global Ratings, Frank Gill, apunta a que la «fragilidad» del Gobierno plantea dudas sobre las futuras reformas políticas necesarias, así como las dirigidas a «mejorar el mercado de trabajo» o a «reducir el déficit presupuestario».

S&P alerta de que si se da marcha atrás a las reformas acometidas en los gobiernos anteriores, «probablemente afectará a las previsiones económicas de España y a su solvencia». 

De ser así, la prima de riesgo, lejos de reducirse, aumentaría, incrementando aún más el gasto público no productivo y el déficit.

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