Francisco González admite dos comidas en Canillas con la Polícia y dice que se siente indginado por el caso BBVA-Villarejo
El expresidente del BBVA Francisco González fue en dos ocasiones a comer al complejo policial de Canillas, en Madrid, por invitación del exdirector de la Policía Ignacio Cosidó, un compromiso «institucional» que negó que estuviese vinculado con la denuncia anónima que presentó el banco contra el líder de Ausbanc, Luis Pineda.
Es la explicación que dio el exbanquero, conocido en círculos económicos como FG, el pasado noviembre ante el juez y los fiscales Anticorrupción, que sospechan que en el segundo de esos encuentros se gestó la denuncia que llevó a prisión a Pineda por extorsión y que ha culminado en el juicio que estos días celebra contra él la Audiencia Nacional.
La Fiscalía funda sus sospechas en la existencia de un documento denominado «Relatorio» de Eduardo Ortega Martín, exdirector de los servicios contenciosos Corporativos de BBVA, en el que da cuenta de un almuerzo en Canillas el 7 de enero de 2015, al que asistió González, varios exdirectivos del banco y parte de la cúpula de la Policía.
En su interrogatorio como imputado en esta pieza del caso Villarejo, y a cuyo audio ha tenido acceso Efe, González reconoce que asistió a esa y a otra comida previa por invitación de Cosidó. No tenía «ninguna gana» de ir, dijo el expresidente del banco, dada su «complicada» agenda, pero era consciente de que es «correcto» tener una relación «cortés» con la Policía.
«Me invitó una vez y para mi eso era, realmente, bueno, no digo perder el tiempo, pero yo tenía una agenda muy ocupada como para ir a comer a Canillas (sic)», explicó González.
Cosidó le invitó a un segundo almuerzo, una «comida absolutamente institucional» donde «había gente importante» de la Policía, así como el exjefe de Seguridad del banco Julio Corrochano y también Eduardo Ortega.
Explicó a preguntas del fiscal que el objetivo era hablar de los servicios que podía aportar el banco a la Policía «desde el punto de vista tecnológico», y negó que el objetivo fuese «canalizar» la denuncia contra Ausbanc: «¿Pero usted cree que en una comida donde está el director general de la Policía, y supongo que comisarios muy importantes, se habla de esas cosas? ¿Y que yo como presidente del banco voy a hacer eso?»
Momento en el que el fiscal le enseñó el documento llamado Relatorio y, tras leerlo, González dijo que ahí se habla «de Ausbanc como una organización criminal pero no de cómo metemos en la cárcel a este señor». «A mi eso no me consta», agregó.
Ante la insistencia de Fiscalía, González indicó que, aunque no le consta que hablasen «de presentar ninguna denuncia», «a lo mejor se habló» de ello, si bien para él «eso no era relevante» porque «son temas técnicos».
Insistió en que fue «una comida absolutamente institucional sin ninguna referencia de ninguna denuncia que vamos a presentar» y, es más, afirmó que su «sensación» es que acudían porque era algo «que hay que hacer» pero que no tenía «interés para él», y negó «validez» al documento de Ortega, que dijo desconocer.
Un argumento que González mantuvo en todo momento, pese a que los fiscales cuestionasen que la comida pudiese tener como objetivo «algo más», porque «por eso» fueron Ortega, Corrochano y el comisario general de la UDEF -unidad donde se presentó la denuncia-.
El expresidente de BBVA, indignado por la «intolerable agresión que sufre»
El expresidente de BBVA Francisco González ha mostrado este jueves su más absoluta «indignación y sorpresa ante la intolerable agresión que está sufriendo a raíz de la ligereza y frivolidad de las acusaciones vertidas sobre su persona», tras el levantamiento del secreto del caso BBVA-Villarejo.
De esta forma el exbanquero, conocido en círculos económicos como FG, reacciona a distintas informaciones, entre las que figura que la Fiscalía Anticorrupción le acusa de contratar de forma opaca a Villarejo para el BBVA o las de que su exjefe de seguridad Julio Corrochano le atribuye la contratación del excomisario de policía.
En opinión de FG, según la documentación conocida hasta el momento, «existe una absoluta falta de rigor en dichas acusaciones, una ausencia total de pruebas que sustenten acusaciones tan graves y una inexplicable carencia de argumentos jurídicos».
En base a lo conocido del sumario, el escrito de la Fiscalía Anticorrupción, prosigue el exbanquero en un comunicado, «se basa en simples indicios e incluso meras conjeturas, así como en opiniones y declaraciones de terceros, que están en una posición de defender su propia situación personal».
El que fuera máximo ejecutivo de BBVA mantiene su confianza en la justicia, recuerda su «total disposición» a actuar con «plena transparencia» en la investigación y asegura que, «ahora, también», seguirá colaborando con cualquier nueva petición en el marco de la instrucción una vez levantado el secreto del sumario.
El exbanquero aprovecha en el comunicado para remarcar algunas de las ideas que expuso durante su declaración en la Audiencia Nacional e insiste en que nunca tuvo conocimiento de la contratación de Cenyt por parte de BBVA, ni del comisario Villarejo.
Responsabiliza al exdirector de seguridad Julio Corrochano de la contratación de Cenyt, pues fue quien eligió a esta compañía después de proponer la contratación de una empresa de directivos en la época en la que la constructora Sacyr quiso hacerse con el control de BBVA, según la versión de Francisco González.
Respecto al seguimiento de grandes clientes morosos que también hizo Cenyt para BBVA, González aclara que tampoco participó, aunque reconoce que fue informado de esta investigación, supuestamente encargada por el entonces directivo de BBVA Antonio Béjar.
Sin embargo, el exbanquero cree que toda la alta dirección de BBVA estaba alineada con el código FG: «todo debe ser legal, publicable y moralmente aceptable por la sociedad», una forma de trabajar que él mismo habría impulsado desde que montó la sociedad FG Valores.
La relación de BBVA con la empresa Cenyt hizo que esta recibiera más de 10,8 millones a lo largo de varios años, principalmente por tres grandes contratos: la investigación inicial para frenar el asalto de Sacyr, el seguimiento de grandes clientes morosos y la búsqueda de pruebas para denunciar al presidente de Ausbanc.
No obstante, desde hace meses algunas informaciones aseguran que la empresa de Villarejo prestó otros servicios para BBVA, que beneficiaban directamente al propio FG, ya fuera para garantizar su seguridad durante vacaciones en el extranjero como para aportar información adicional sobre propiedades que el banquero quería adquirir, desde una finca en El Escorial hasta una casa en Marbella.
Sobre estas cuestiones González aclara que no conoció la contratación de ninguna empresa de seguridad y, por tanto,de Cenyt para otros trabajos posteriores.
Además, añade, él no intervenía en la contratación de ningún proveedor del banco y no hubiera permitido la contratación de una empresa como Cenyt, a pesar de que nunca conoció los métodos que utilizaba en sus trabajos.