¿Quién paga realmente los impuestos?
Según el artículo publicado por David López Rodríguez, profesional en análisis financiero, en el blog del Banco de España, los impuestos no solo los soportan los obligados a tributar. En ocasiones, estos tienen la capacidad de trasladarlos, al menos en parte, a otros agentes.
Como el análisis explica, en algunos casos una empresa, para reducir el impacto sobre sus accionistas de una subida del impuesto sobre sus beneficios, puede intentar repercutirla a los consumidores (aumentando sus precios), a los proveedores (reduciendo los pagos de sus compras) e, incluso, a los trabajadores (reduciendo sus salarios).
En cuanto a la capacidad de la empresa para trasladar una parte del impuesto depende de múltiples factores. Entre otros, del nivel de competencia en los mercados, del poder de negociación salarial de los trabajadores y del grado de movilidad internacional de las bases impositivas.
Esto se demuestra en los análisis de incidencia impositiva, especialmente en los casos del impuesto sobre beneficios empresariales.
Los impuestos sobre beneficios empresariales afectan más a los trabajadores
Por su parte, en Estados Unidos los datos sugieren que la mitad de la carga tributaria asociada a este impuesto se traslada a los consumidores a través de mayores precios, un 30% recae sobre los trabajadores -vía menores salarios-, y solo un 20% sobre los accionistas -que reciben menos dividendos-. Por otro lado, en Alemania los trabajadores soportarían la mitad de la carga de estos gravámenes.
En cuanto al IVA, destaca el análisis de los cambios en este tributo por parte de los distintos países de la Unión Europea entre 1996 y 2015. Los resultados apuntan a que el reparto de la carga tributaria entre consumidores y empresas fue diferente cuando los tipos impositivos subieron de cuando bajaron. Particularmente, la traslación de incrementos del IVA a (mayores) precios fue del 55%, mientras que la traslación de rebajas en este tributo a (menores) precios solo alcanzó el 13%.
En España los mayores afectados son los consumidores
En España, los análisis de incidencia impositiva son escasos y están condicionados por las restricciones de acceso a microdatos tributarios a las que se enfrentan los investigadores.
Una evaluación de la rebaja del IVA cultural en 2017 encuentra una modesta reducción de los precios al consumo como consecuencia de dicha medida. En sentido opuesto, la rebaja del IVA de determinados alimentos a principios de 2023 se habría trasladado en un porcentaje elevado a unos menores precios finales de los productos afectados por la medida.
Por último, el análisis sobre el impacto de la modificación del impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados en 2018 refleja que el 80 % de gravamen se trasladó a los hipotecados en forma de e mayores tipos de interés y que los individuos con menores ingresos soportaron una traslación mayor.
Estos trabajos muestran que la capacidad de trasladar la carga impositiva de los impuestos es considerable en los casos estudiados.