Ismael Clemente, CEO de Merlin: Reducir el tamaño da solidez, rentabilidad, futuro y solvencia
Ismael Clemente, CEO de la inmobiliaria Merlin Properties, durante su intervención en la junta de accionistas de la socimi celebrada hoy, 4 de mayo de 2022.

Ismael Clemente, CEO de Merlin: Reducir el tamaño da solidez, rentabilidad, futuro y solvencia

04 mayo, 2022
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Actualizado: 04 mayo, 2022 17:38
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La inmobiliaria Merlin Properties dará por abierta en el segundo semestre del año, una vez culminada la venta al BBVA de más de 600 sucursales por casi 2.000 millones, una nueva etapa en la que la compañía reduce su tamaño y busca convertirse en líder del incipiente mercado de los centros de datos.

«En términos netos Merlin reduce su tamaño. Hemos decidido reducir tamaño para ajustar el importe de nuestra deuda en preparación de lo que pueda venir. Eso nos da mayor solidez de balance, lo que significa más seguridad para el capital de la compañía, nos permite aumentar la rentabilidad, nos da futuro y nos permite acometer las oportunidades con mayor solvencia», ha anunciado en la junta general de accionistas su consejero delegado, Ismael Clemente.

En la actualidad, el 57 % de los activos de Merlin son oficinas, el 20 %, centros comerciales; el 16 %, naves logísticas, y el 7 %, otros 8participación en Distito Castellana Norte y hoteles); una composición que la socimi quiere redistribuir bajando el porcentaje de oficinas al 50 % y el de centros comerciales al 15 %, y aumentando el de logística al 20 % y el de centros de datos al 15 %.

Después de tres años preparando su debut en el mercado de los ‘data center’, Merlin ya tiene licencia para empezar a construir (en alianza con la compañía estadounidense de tecnología Edged Energy) el primero de estos centros en Bilbao, tras lo cual vendrán los de Barcelona, Getafe (Madrid) y Lisboa.

Con ellos, aspira a convertirse en líder del mercado, desarrollando 70 megas de capacidad, y alcanzar los 75 millones de euros de rentas estabilizadas en las dos primeras fases de su plan de infraestructuras digitales (a cierre de 2026) «y mucho más en fases posteriores», si son capaces de «capturar la demanda», ha explicado Clemente a los accionistas.

Merlin ha escogido estos emplazamientos fijándose en la ventaja competitiva que darán a España los nuevos cables submarinos en tiempo de transmisión respecto a otros países de Europa, en el caso de Bilbao y Lisboa, y en el volumen de consumo de datos en los de Madrid y Barcelona.

Clemente ha apuntado que ya tiene prealquilados dos de los tres megas del primer módulo del ‘data center’ de Bilbao, que estará operativo a finales de este año, y que ya ha contratado el 31 % del equipamiento necesario (183 millones de 596 ).

LA OPERACIÓN BBVA

El CEO, que ha renovado su cargo este miércoles para otros dos años, cinco meses después de que el principal accionista, el Banco Santander (22,2 % del capital) quisiera destituirlo, ha dado cuenta en la junta de una gestión que ha supuesto en 2021 un retorno para el accionista del 7,1 %, cinco veces superior al de 2020.

También se ha referido a la recompra por parte del BBVA de una cartera de más de 600 sucursales mediante el derecho de adquisición preferente por 1.987 millones de euros, lo que equivale a unos 2.077 millones de valoración de los activos, que en comparación con los 1.773 millones de la última tasación supone una prima de valor para el accionista de Merlin del 17,1 % o 0,65 euros por acción.

Con esta operación, que Clemente prevé cerrar el próximo mes de junio, tan pronto tenga la autorización de la CMC, Merlin dice adiós a 83,6 millones de euros de rentas anuales.

REESTRUCTURACIÓN DE DEUDA

El CEO ha explicado que los ingresos irán destinados a cancelar la deuda asociada a esa cartera -casi 700 millones de euros-, a retribuir al accionista en cuanto se reciba -315 millones- y a desapalancamiento general de la compañía -970 millones-, reduciendo la deuda un 31 %, de 5.300 millones a 3.600.

La nueva estructura de deuda, tras haber pagado recientemente el bono de 2022 y proceder en breve a la amortización de un sindicato bancario bilateral que tenía vencimiento en 2024, queda con el vencimiento del bono de 2023, que Merlin reubicará dependiendo de si actúa en financiación bancaria o en mercado de capitales entre 2028 y 2033, con el fin de que la compañía quede «limpia de vencimientos hasta el 2025».

Clemente ha subrayado que la transacción con BBVA ha servido a Merlin para mejorar la perspectiva en las dos agencias de calificación que le siguen -de estable a positiva- y ha confiado en mejorar otro escalón el año que viene.

Por su parte, el presidente de la socimi y número tres del Banco Santander, Javier García-Carranza Benjumea, ha alertado de que la guerra de Ucrania puede llevar al deterioro de los mercados, de que el incremento de los costes de construcción también estrecha sus márgenes y de que el cambio del mundo globalizado a un mundo de bloques exige una mayor eficiencia y exigencia en la gestión para defender la rentabilidad.

García-Carranza ha aludido a la crisis que Merlin vivió el pasado diciembre, al subrayar que da «mucha importancia a una adecuada gobernanza de la compañía» y a que el consejo de administración trabaje «de manera coordinada con el equipo gestor, responsable de la gestión del día a día y de ejecutar la estrategia acordada por este órgano».

La junta ha aprobado, entre otros puntos, la reelección de nueve de los tres consejeros de Merlin y una nueva política de compensación que, según Benjumea, «tiene en cuenta en las decisiones ejecutivas el principio de proporcionalidad, la situación económica de la compañía y los mejores estándares del mercado, buscando la alineación de los intereses de los consejeros o accionistas con los del equipo gestor».

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