Jordi Gual, presidente de Caixabank: Trasladamos la sede para proteger al banco, no por presiones políticas
El presidente de Caixabank, Jordi Gual, ha negado este martes que la entidad que preside recibiese presiones políticas para trasladar su sede social fuera de Cataluña en los días posteriores al 1 de octubre de 2017.
«En ningún momento recibimos ningún tipo de presión política. (…) La decisión, dolorosa, se tomó con el objetivo de proteger el trabajo de los empleados, los ahorros de los clientes y la inversión de los accionistas», ha asegurado en su comparecencia en la comisión de investigación del 155 en el Parlament.
Gual ha comparecido junto al presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidre Fainé, en una comisión por la que horas antes ha pasado el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu.
El presidente de Caixabank ha admitido que llegaron a contactar con el Gobierno central para ver si podía cambiar su sede social «de manera ágil», del mismo modo «que lo hicieron otras entidades».
Gual ha defendido que «gracias al cambio de sede y a que se convocaron elecciones» los flujos de ahorros que salieron del banco la primera semana de septiembre -que ha cifrado en 7.000 millones de euros- se fueron recuperando hasta estabilizarse a finales de 2017.
Estas salidas consistieron principalmente en «depósitos privados» y no de fondos estatales, según ha detallado Gual en respuesta a preguntas de los diputados.
«El banco tenía amplísima liquidez, pero esa situación se tenía que cortar en seco, porque para un banco no hay nada peor que se genere pánico bancario», ha explicado sobre las primeras semanas de octubre de 2017.
También ha negado, en respuesta al diputado de la CUP Carles Riera, que Caixabank esté determinando «ninguna agenda política». «Nos guía proteger los ahorros y los accionistas», ha dicho.
«No nos metemos en política y no formamos parte de ninguna conjura ni estratagema que usted se pueda imaginar», ha dicho Gual a Riera.
Sobre un posible retorno de Caixabank a Barcelona, Gual se ha limitado a responder que «están muy bien» en su sede de Valencia.