La banca paga la gestión nefasta de las cajas de ahorro que estaban a cargo de políticos, según la CEO de Bankinter

La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, ha lamentado este miércoles que los políticos echen la culpa de todo lo que pasa a la banca y contribuyan a que la imagen del sector y su reputación sean malas, cuando los bancos siguen «pagando el pato de las cajas de ahorros que tuvieron una gestión nefasta y que estaban a cargo de políticos».

Y así es. Si se analiza las entidades que tuvieron que ser rescatadas por el FROB, la mayoría son cajas de ahorro. La primera en caer, además, fue la de Castilla-La Mancha, presidida por el socialista Juan Pedro Hernández-Moltó íntimamente ligado al PSOE de José Bono de aquella comunidad autónoma. Ahora, sin embargo, es el Gobierno de PSOE y sus socios el que más ataca -e insulta y menosprecia- a la banca, siempre utilizando como argumento lo que sucedió en la crisis financiera de 2008, por cierto, con otro socialista al mando, José Luis Rodríguez Zapatero.

Quienes tienen mala opinión son los clientes insatisfechos y luego los políticos a los que les resulta fácil echar la culpa de lo que pasa a la banca. «Meterse con la banca parece que vende. Se mencionan bancos con nombres y apellidos», ha añadido Dancausa durante su participación en el 18 Encuentro de Banca organizado por el IESE.

Hablar mal de la banca vende

Aun así, en su opinión, cuando parte de la sociedad, los medios de comunicación e incluso el propio Gobierno hablan mal de la banca, se referirán al sector, porque la imagen de cada entidad cuando uno pregunta es muy distinta.

Sin embargo, «las críticas en lo malo han acabado calando en la sociedad», y ante esa realidad Dancausa aboga por una labor didáctica: contar lo que hace la banca y el papel clave en el desarrollo de una economía.

«Con el tiempo, conseguiremos que la gente tenga una mejor opinión», confía Dancausa, quien cree que el origen de esta mala percepción del sector está en que no se hizo un buen análisis de la crisis financiera y no se quiso distinguir entre cajas y bancos.

La banca sigue pagando la gestión nefasta de las cajas de ahorro que estaban a cargo de políticos, según la CEO de Bankinter

«Era la búsqueda de un culpable y nada más idóneo que la banca», ha dicho, antes de añadir que siguen «pagando el pato de las cajas de ahorros que tuvieron una gestión nefasta y que estaban a cargo de políticos».

No obstante, la consejera delegada de Bankinter ha querido dejar claro que con esos comentarios no quería eximir a la banca de los errores cometidos.

La mala reputación, ha admitido, también responde a errores como vender productos a perfiles no adecuados o productos que «demonizados» con el tiempo.

En Bankinter, recuerda, han «sufrido» por las hipotecas comercializadas en yenes, que posiblemente las vendieron a más clientes de los que debían, aunque ello no quita a que muchos de ellos les fuera «muy bien» y otros hayan encontrado despachos de abogados para demandar a la entidad.

«Nos ponen como forajidos de clientes que no saben nada. La realidad es que muchos clientes que nos han demandado siguen siendo clientes del banco y hay desde notarios que sabían lo que firmaban, hasta gente con postgrado…», ha resumido Dancausa.

Pero en lo que ha insistido a lo largo de su intervención es en la idea de que el sector no ha sabido contar lo que hace para que la sociedad comprenda que «es importantísima la banca. Financiamos los sueños de las personas y los proyectos, que las empresas puedan expandirse», ha añadido.

Dancausa critica la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero por su ineficacia

Por otra parte, Dancausa ha cargado contra la creación de la futura Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, pues no cree que vaya a mejorar la atención al usuario, ni agilizar las reclamaciones ni mejorar la reputación.

La consejera delegada de Bankinter se ha mostrado totalmente contraria a crear nuevas instituciones cuando los clientes pueden acudir al Banco de España, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, a agencias de protección, a la justicia,… además de a los centros de atención al cliente de las propias entidades.

«La autoridad es redundante, va a generar más confusión y reclamaciones contra los bancos», ha sentenciado.