La gran banca gana más y paga más dividendo, pero también 1.000 millones de euros extras en impuestos

Los seis grandes bancos españoles ganaron en 2022 la cifra récord de 20.850 millones, un 28 % más, y han mejorado la retribución a sus accionistas, lo que ha avivado las críticas de parte de la izquierda, que pide una mayor implicación con los ciudadanos a unas entidades que, sin embargo, ya tendrán que abonar, además de una media del 30% que ya pagan por sus beneficios, más de 1.100 millones por el nuevo impuesto al sector, por cierto, con cargo al 2022, pese a que no se aprobó hasta final del ejercicio, y sobre la partida de ingresos, no sobre la de ‘beneficios extraordinarios’, como le gusta calificarlos al Gobierno de PSOE-Unidas Podemos.

La subida de los tipos de interés en Europa ha contribuido al avance de los beneficios de la gran banca española -Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja Banco- principalmente en la segunda mitad del año.

Ante esas ganancias históricas, la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, considera «un clamor general» que los bancos «arrimen el hombro» y califica de «adecuado» el impuesto con el que el Gobierno va a gravar el negocio de la banca y que, según el sector, tendrá consecuencias sobre el crédito.

El sector apunta que, pese a los abultados beneficios de la banca, en términos absolutos su rentabilidad sigue siendo baja, especialmente en el negocio en España, que no cubre el coste de capital, lo que explica que, en gran medida, los bancos sigan cotizando en bolsa por debajo de su valor contable.

Este es uno de los principales argumentos de la banca para rechazar el impuesto creado por el Gobierno que grava con un 4,8 % el margen de intereses y las comisiones netas del negocio bancario en España, lo que el Ejecutivo considera beneficios extraordinarios por la subida de los tipos de interés.

Por este nuevo gravamen, con el que el Gobierno espera recaudar 3.000 millones en dos ejercicios, las seis grades entidades pagarán este año más de 1.100 millones de euros, según las estimaciones que han publicado los bancos y los cálculos de EFE.

La idea del Gobierno es usar el dinero que recaude con este nuevo impuesto para cubrir parte del coste de las medidas sociales impulsadas para ayudar a las familias más vulnerables, aunque algunas entidades ya han anunciado que recurrirán ese pago y el resto analizará la posibilidad de hacerlo.

BENEFICIOS RÉCORD Y MEJORAS DEL DIVIDENDO

El Santander fue el grupo que obtuvo los mayores beneficios: un récord de 9.605 millones, un 18 % más, seguido por el BBVA, con un hito histórico de 6.420 millones, un 38 % más. En España el primero ganó 1.560 millones y el segundo, 1.678.

Mejor le fue a CaixaBank, participada por el Estado, ya que, según las cifras que ha difundido este viernes, su beneficio neto llegó a los 3.145 millones, un 29,7 % más en términos comparables, es decir, excluyendo el impacto contable extraordinario de su fusión con Bankia, y con una contribución simbólica de su negocio en el exterior.

En el caso del Sabadell, impulsado por los buenos resultados de TSB, su filial británica, el banco ganó 859 millones, un 61,9 % más que un año antes, y el mejor resultado desde 2006.

Bankinter ganó 560 millones, un 28 % más que en 2021, una vez descontadas las plusvalías obtenidas entonces por el debut bursátil de Línea Directa; al tiempo que Unicaja Banco se anotó un beneficio de 260 millones, un 88,9 % más, sin tener en cuenta los extraordinarios de la fusión con Liberbank.

Con estas cifras, todas las entidades han avanzado ya su intención de mejorar la retribución al accionista, elevando no sólo el pago en dividendos sino en algunos casos ejecutando una vez más programas de recompra de títulos para elevar el valor de la acción.

SUBIDAS EN BOLSA Y CRÍTICAS POLÍTICAS

Los resultados de Bankinter, el primer banco en anunciar cuentas y en decir que recurriría el impuesto extraordinario, fueron recibidos en Bolsa con una bajada del 2,9 %, mientras que los del Sabadell se celebraron con una subida que rozó el 11 %. En cambio, el mercado esperaba más de Unicaja y reaccionó con un descenso del 9,48 %.

La presentación de resultados el miércoles del BBVA fue respondida con un avance del 4,7 % en bolsa y con una crítica por parte de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz: «La crisis no puede ser una excusa para ganar más» y reclamó la congelación de las cuotas de las hipotecas variables para que los ciudadanos no tengan que asumir las subidas derivadas del abrupto avance del euríbor.

A esos comentarios se sumaron los de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, que hablaba de «capitalismo despiadado» y, tras conocer al día siguiente los resultados récord también del Santander -que subió ese día en bolsa un 5,73 %-, los tachó de «impúdicos».

Desde el Ministerio de Economía se recuerda que el sector ya se ha comprometido con el Gobierno a aplica un protocolo de medidas de alivio para los hogares con rentas inferiores a 29.400 euros anuales y con hipotecas variables cuyas cuotas suban más de un 20 % y consuman más de un 30 % de sus ingresos.

Esos hogares podrán pedir que se les congelen las cuotas durante doce meses, se les reduzca el tipo de interés o se les alargue el plazo de la hipoteca. También se acordó reducir los gastos y comisiones para facilitar el cambio de tipo variable a tipo fijo y eliminar durante todo 2023 las comisiones por amortización anticipada y cambio de hipoteca de tipo variable a fijo.

«Hay que esperar y monitorizar lo que vamos haciendo y, en este sentido, las entidades financieras de forma voluntaria presentaron su adhesión a este plan (…). Cuando tengamos los datos, espero que pongan de manifiesto que ha sido una ayuda eficaz», reclamó también el jueves la titular de Hacienda, María Jesús Montero.