La inversión de las empresas españolas es un 7% inferior a la media de la eurozona

El nivel de inversión de las empresas españolas continúan situándose un 7% menos en comparación con los datos de la eurozona. A su vez, el nivel de inversión de las empresas españolas, y que están reflejadas en el indicador de formación bruta de capital fijo, continúan situándose tres puntos por debajo del nivel registrado en el último trimestre de 2019, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el informe de Contabilidad Nacional.

Representando cerca del 20% del Producto Interior Bruto (PIB), la evolución de la inversión por parte de las empresas españolas muestra una situación más desafiante si se realiza una comparación con la inversión de las empresas de otros países pertenecientes a la eurozona.

Específicamente, el sector privado español aún no se ha recuperado por completo de los efectos de la crisis financiera, la deuda y el impacto de la pandemia. Esto se traduce en una inversión productiva, crucial para expandir la capacidad económica, que está un 7% por debajo del promedio de los países de la eurozona.

Aún con el aumento del PIB, las empresas españolas no fomentan la inversión

Varios expertos han explicado las causas de esta problemática, como, por ejemplo, el profesor de EAE Business School, Borja Ribera afirmó que: «la incertidumbre económica, las alteraciones en las cadenas de suministro, y los cambios en los patrones de consumo y trabajo» son los principales causantes de esta situación.

Desde 2009, el indicador de inversión en bienes de equipo en España se ha mantenido un 7% por debajo del promedio de la eurozona, no logrando superar las crisis financieras que afrontó el país. Aún así, durante el período expansivo entre 1995 y 2008, la economía española mostró un comportamiento de inversión similar al promedio europeo.

Por otro lado, es importante entender que desde la caída de Lehman Brothers, ha habido una completa divergencia, y la brecha alcanzó su punto máximo durante la pandemia.

Por último, España registró un crecimiento del 2,4% interanual al cierre del año, mostrando una fuerza notable, aunque pendiente de confirmación. Este avance se apoyó en exportaciones de alto valor añadido y un consumo sólido que impulsaron gran parte del crecimiento.