La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el sindicato mayoritario entre los empleados públicos en España, ha pedido al Ministerio de Trabajo y Economía Social que incluya el síndrome del trabajador quemado o síndrome de «burnout» (sensación de agotamiento o fatiga laboral) en el cuadro de enfermedades laborales, tal como dictaminó la OMS en mayo de 2019.

En un comunicado de este lunes, el CSIF recuerda que cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) incorporó esta patología, dio un plazo de 18 meses para que cada país incluyera este problema de salud en su legislación.

En este sentido, CSIF recuerda que el Gobierno lleva un retraso de más de un año para adaptar la modificación aprobada por la OMS en la ley.

En España, el 43 % de los trabajadores afirma tener sensación de agotamiento o fatiga laboral, mientras que el 70 % de los profesionales señalan que esta percepción se ha agravado desde el comienzo de la crisis de la covid-19, según la Guía del Mercado Laboral 2022.

Entre sus consecuencias más destacadas se encuentran «el gran desgaste emocional, la despersonalización del trabajador y el autohostigamiento, que se manifiesta en la pérdida de confianza en las propias capacidades», señala el CSIF en su comunicado.

Esta patología es más común entre profesiones con grandes responsabilidades y aquellos con un alto nivel de interacción social, especialmente en los sectores de sanidad, educación y seguridad.