Oliú, presidente del Sabadell, sobre el impuesto a la banca: ‘Hay que retribuir a un nuevo socio, que se llama Estado, antes que a los accionistas’

El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ha cargado este miércoles contra el nuevo impuesto a la banca diseñado por el Gobierno. «Es un impuesto después de impuestos», ha criticado Oliu, para quien este gravamen supone que las entidades deberán entregar parte de sus ganancias «a un nuevo socio, que se llama Estado», antes de retribuir a sus accionistas.

Oliu ha hecho estas consideraciones durante una charla organizada por el Col·legi d’Economistes de Catalunya en la que ha vuelto a tildar de «discriminatorio» este nuevo impuesto, que el Sabadell, al igual que otras entidades financieras y patronales bancarias, ha recurrido.

El dirigente de este banco, que la semana que viene dará a conocer sus resultados del primer trimestre, ha asegurado que las cifras de la banca de enero a marzo permitirán ver «claramente» que el impuesto «afecta a unos (bancos) más que a otros, y ello hace que sea aún más discriminatorio aún», ha añadido.

Oliu ha hecho esta referencia porque los bancos ya reflejarán en sus cuentas del primer trimestre el impacto del pago de este impuesto, que ha denunciado que tendrá un «efecto clarísimo» sobre el ROTE, es decir, sobre la rentabilidad financiera de las entidades financieras.

A la pregunta de si este impuesto tendrá incidencia sobre el crédito, Oliu ha respondido que «todas las cosas, en el mundo del equilibrio general, tienen un efecto», pero no se ha aventurado a especular sobre el que pueda tener en este ámbito.

«LA VOLUNTAD DE INTERVENCIONISMO ESTATAL VA CONTRA UNIÓN BANCARIA»

Por otra parte, Oliu ha afirmado que «la voluntad de intervencionismo sobre los bancos va en contra de la unión bancaria europea».

Oliu ha hecho esta afirmación a cuenta del debate sobre el mecanismo de resolución único europeo.

A pesar de los avances logrados en este campo, ha considerado que «la resolución de los bancos difícilmente se podrá hacer a nivel europeo».

«Cada país tiene un sistema político y siempre intentan intervenir en los bancos en beneficio del propio estado, a través de los impuestos, las regulaciones» e incluso en aspectos como «limitar precios» en el caso de las hipotecas, ha argumentado.

«La voluntad de intervencionismo sobre los bancos va en contra de esta unión bancaria europea. (…) Esto debería ir acompañado de un proceso en el cual los países, y los políticos de cada país, entiendan que no se deben meter con los bancos de la manera que se han metido», ha afirmado.

Por otra parte, respecto a las turbulencias financieras provocadas por la quiebra el Silicon Valley Bank y del rescate de Credit Suisse, ha insistido en la solidez de la banca europea frente a estos episodios.

En cuanto a la inflación, ha opinado que está actualmente «relativamente controlada», pero que estará en niveles elevados «un tiempo».

En cuanto a la evolución del crédito, ha dicho que la contratación de hipotecas ha perdido algo de fuelle pero se mantiene y que también hay menor demanda de crédito a largo plazo, aunque sí crece «espectacularmente» la demanda de financiación para circulante.