Sabadell contraataca a la opa de BBVA con un superdividendo de 2.500 millones

La batalla por el control de Banco Sabadell está alcanzando uno de sus momentos más decisivos. Catorce meses después de que BBVA lanzara su opa con una prima inicial cercana al 30 %, el contexto ha cambiado radicalmente. La operación ya cuenta con luz verde del Gobierno, aunque impone que ambas entidades permanezcan independientes durante al menos tres años. Ahora, Sabadell da un giro inesperado con la venta de su filial británica TSB al Santander por 3.100 millones de euros, un movimiento que modifica significativamente el escenario.

Con esta operación, Sabadell espera generar hasta 2.900 millones de libras (entre el precio de venta, los dividendos y los beneficios que genere la filial hasta su desinversión en 2026). La entidad ha anunciado que destinará el 80 % de esos fondos, unos 2.500 millones de euros, a un dividendo extraordinario, equivalente a 50 céntimos por acción y una rentabilidad del 17,6 % a precios actuales, si la Junta Extraordinaria del 8 de agosto da su aprobación.

Aunque el banco asegura que este pago no afecta directamente a la ecuación de canje ofrecida por BBVA, pues se realizaría en 2026, fuera del periodo de la opa, el mercado lo interpreta como una maniobra clara para disuadir a los accionistas de aceptar la oferta.

Según Renta 4, este dividendo se financiaría con la plusvalía de la venta de TSB y la liberación de capital tras su desconsolidación, generando un exceso de solvencia sobre el umbral del 13 % de CET1 fijado por el consejo.

El dilema de la opa del BBVA al Sabadell

Este compromiso de pago coloca ahora a BBVA ante un dilema: decidir si ajusta su oferta restando el dividendo futuro o si la mantiene como está. En el primer caso, no habría cambios económicos. En el segundo, se elevaría el atractivo de la propuesta para los accionistas de Sabadell, pero a costa de una mayor dilución para los de BBVA, que deberían asumir una ampliación de capital más elevada.

Actualmente, el mercado valora a Sabadell por encima de los 15.000 millones de euros, mientras que la oferta de BBVA lo hace en 13.581 millones. Si se descuenta el dividendo propuesto, la prima ofrecida subiría al 8,3 %, frente a una infravaloración actual del 9,5 %.

No obstante, analistas como los de Renta 4 alertan de que, si la opa no se materializa, Sabadell perdería potencial de crecimiento futuro al desprenderse de TSB, que estaba llamada a jugar un papel relevante en la expansión del grupo. Por ello, será clave conocer el nuevo plan estratégico 2025–2027 que la entidad presentará el próximo 24 de julio, en el que deberá demostrar su capacidad de crecimiento sin la filial británica.

El presidente de Sabadell, Josep Oliu, ha recalcado que solo podrán beneficiarse del superdividendo quienes mantengan sus acciones en el momento del pago, previsto para principios de 2026. En caso de que BBVA logre culminar la opa, el dividendo se repartiría también entre los accionistas del banco vasco, diluyendo el efecto positivo para los actuales accionistas de Sabadell.

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