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Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.

Sánchez, que intenta colar pactos suyos entre las 80 medidas del decreto ómnibus, pide a otros partidos no actuar ‘por cálculos partidistas’

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha instado este viernes a las formaciones políticas a no actuar «por cálculos partidistas» en asuntos como las ayudas a los ciudadanos o la subida de las pensiones porque son una «recompensa» para quienes se benefician de las mismas, no para el Ejecutivo. Sánchez, al que Junts acusa de «trilero», intentaba con la excusa de las pensiones, sacar adelante otros pactos, como la cesión de la actual sede del Instituto Cervantes en París al PNV, que nada tiene que ver con medidas sociales y sí con el pago de prebendes a sus socios satélites. Ahora se niega aprobar un decreto exclusivamente para la subida de pensiones o las rebajas en los abonos transportes y mantiene que volverá a presentar el decreto ómnibus condenado a ser de nuevo derrotado en el Congreso. Eso sí, la culpa es de las ‘derechas’.

Pero Sánchez eso no lo dice. Prefiere su propio relato de que son las ‘derechas’ las que le impiden su propósito de seguir trabajando en la misma política económica y redistribuir los frutos del crecimiento económico con mejores salarios, mayores pensiones y ayudas a la ciudadanía.

Sánchez puede aprobar de inmediato la subida de las pensiones o las rebajas en el transporte público convocando un consejo de ministros extraordinario, pero se niega a hacerlo

Sin citar expresamente el rechazo al real decreto –es una de las mayores derrotas sufridas por el líder socialista en el Congreso– con medidas como la revalorización de las pensiones o las ayudas al transporte, cuando ha dicho que subir salarios y pensiones y ayudar a la ciudadanía «no son ninguna recompensa para el Gobierno», aunque sí lo son las otras medidas incluidas entre las 80 del decreto ómnibus.

«Son una recompensa para los millones de españoles y españolas que se las han ganado en circunstancias difíciles con el sudor de su frente, con su trabajo y con sus impuestos, y ningún cálculo partidista debería negar esas decisiones de la gente», ha recalcado. Aunque, en realidad, el único cálculo partidista ha sido el suyo intentando colocar sus compromisos con sus socios satélites entre las medidas de apoyo social.

Este jueves, en Valencia, ya pidió a los grupos parlamentarios que impidieron convalidar el decreto ley que «abandonen esa oposición destructiva porque causa dolor social». Quizás el dolor social viene por no convocar un consejo de ministros extraordinario, tal y como le ha pedido la oposición, para aprobar la subida de las pensiones o las rebajas en el transporte público.

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