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Santander alega que durante el proceso de negociación, Orcel aseguró que lograría reducir el importe de la compensación o "buyout" negociando con UBS para que se hiciera cargo de hasta el 50 % de la cantidad que se debía
UBS asegura que no paga a ejecutivos que se van como Orcel al Banco Santander
El actual consejero delegado de Unicredit, Andrea Orcel (i), durante la sesión del juicio por la demanda contra el Banco Santander el pasado día 19 de mayo. EFE/J.J. Guillén

UBS asegura que no paga a ejecutivos que se van como Orcel al Banco Santander

20 octubre, 2021
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Actualizado: 20 octubre, 2021 19:45
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El presidente de UBS, Axel Weber, ha asegurado este miércoles que cuando Santander quiso fichar al banquero italiano Andrea Orcel estaba al tanto de que los ejecutivos que se iban de forma voluntaria de la entidad suiza perdían el derecho a percibir las retribuciones diferidas.

Así lo ha explicado durante su declaración como testigo por videoconferencia ante el juzgado de primera instancia nº 46 de Madrid, que ha visto la última sesión de la demanda de Orcel contra el Santander, cuyas conclusiones finales presentarán por escrito las partes el 5 de noviembre.

El Santander, que en todo momento ha defendido que su relación contractual con Orcel se limitó a una carta-oferta, frustró la contratación tras constatar que tendría que asumir los compromisos de pago del salario diferido de Orcel de siete años, un precio que no había sido posible anticipar cuando se anunció el fichaje y que el banco no esperaba tener que afrontar en solitario.

SANTANDER CREE QUE ORCEL NO PRESIONÓ LO SUFICIENTE A UBS

La entidad que preside Ana Botín defiende que Orcel, actual presidente de Unicredit y que ha acudido hoy en persona a los juzgados de la madrileña Plaza de Castilla, aumentó sus pretensiones y expresó la necesidad de compensar una nueva y supuesta pérdida retributiva por su salida de UBS en concepto de la no percepción de dividendos e intereses.

Al margen de las declaraciones de Weber, Santander alega que durante el proceso de negociación, Orcel aseguró que lograría reducir el importe de la compensación o «buyout» negociando con UBS para que se hiciera cargo de hasta el 50 % de la cantidad que se debía.

«Desde el primer momento, el señor Orcel trasmitió a Banco Santander unas expectativas sobre la posición que mantendría UBS sobre el pago de sus incentivos que nunca se cumplieron», señaló entonces la entidad en un comunicado.

Según varios mensajes de texto que Orcel envió a la presidenta del Santander, Ana Botín, durante los meses de negociación, el entonces consejero delegado de UBS, Sergio Ermotti, prometió que hablaría con el consejo de la entidad suiza para facilitar su salida. «Nos van a ayudar», le trasladó en un mensaje privado.

UBS NO PAGA DIFERIDO A EJECUTIVOS QUE DIMITEN

Pero Weber ha asegurado que mantuvo con Botín dos conversaciones telefónicas en septiembre de 2018, en las que le informó de que al tratarse de una renuncia voluntaria aplicarían las normas vigentes en UBS, algo que ya habían decidido el consejo de administración y la comisión de retribuciones.

Además, en enero de 2019, y «en respuesta a unos rumores que había sobre la política general del banco» provocados por la salida de Orcel, UBS realizó una declaración a Bloomberg sobre la política interna de no pagar el diferido cuando un empleado se marcha voluntariamente a trabajar a otra entidad financiera.

La disputa entre el banquero y la entidad que preside Ana Botín comenzó en verano de 2019, cuando el italiano demandó al banco por dar marcha atrás a comienzos de ese año a su contratación, lo que le llevó a abandonar su puesto de alta dirección en UBS.

En un primer momento, Orcel solicitaba 112 millones de euros; sin embargo, poco antes del juicio decidió rebajar esta cantidad a unos 77 millones, y renunciar a la principal pretensión de su demanda, ser nombrado «número dos» de la entidad española.

Weber ha asegurado no recordar si ha habido otros casos similares al de Orcel en UBS, y se ha remitido al director de Compensaciones de la entidad, Mark Shelton, que también ha declarado hoy como testigo.

Aunque ha reconocido que mantuvo varias conversaciones con Orcel antes y después de septiembre de 2018, cuando el banquero decidió irse al Santander, en ellas «sólo se habló de su transición a otro empleo pero no sobre su retribución», ha dicho Weber.

«Orcel sacaba el tema, pero yo no estaba dispuesto a hablar de ello una vez tomada la decisión de no abonarle la retribución diferida», ha asegurado.

ORCEL COBRÓ DE UBS EN 2020 Y 2021

No obstante, Orcel siguió cobrando de UBS una vez resuelta su relación laboral con la entidad, ha confirmado Shelton, quien ha pedido a los abogados de Orcel que le releven de su deber de confidencialidad para confirmar este extremo.

Tras confirmarse que abandonaba UBS, en septiembre de 2018, Orcel debía guardar durante seis meses un periodo de carencia antes de incorporarse a otra entidad financiera, periodo que concluía en marzo de 2019.

Sin embargo, Shelton ha revelado que Orcel recibió parte de la retribución diferida pendiente en los años 2020 y 2021; en noviembre de 2018, y a solicitud del italiano, se reemplazó el concepto de dimisión voluntaria por el de jubilación completa.

Aunque ha dudado, finalmente Shelton ha concluido que las cantidades que percibió Orcel de UBS en 2020 y 2021 se consideraban retribuciones diferidas.

Ha declarado también como testigo el que fuera responsable de Recursos humanos del Santander, Roberto Bernardini, quien ha confirmado que mantuvo diversas conversaciones con responsables de UBS pero los detalles se dejaron para el final, para cuando Orcel hubiera abandonado efectivamente UBS. 

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