UGT dobla las subvenciones mientras caen los ingresos por afiliados
No solo la banca, petroleras o energéticas logran ‘beneficios extraordinarios’, como le gusta argumentar al Gobierno y a sus socios para justificar la nueva tasa a este tipo de compañías, sino también el sindicato socialista UGT. La diferencia, sin embargo, radica que mientras que los primeros obtienen sus beneficios e ingresos por su propia actividad comercial, el segundo lo hace de la mano del dinero público, es decir, aquel que es, aunque alguien diga que no es de nadie, de todos los españoles y que se genera con el pago de impuestos, desde la renta a patrimonio, sucesiones o sociedad sin olvidar el IVA por consumir productos o incluso por comprar una primera vivienda.
UGT, que ha esperado hasta final de año para publicar en su página web, la cuentas del ejercicio 2021, ingresó en ese año 24,75 millones de euros, casi tres millones de euros más que en 2020.
El propio sindicato socialista reconoce que «el incremento de los ingresos viene en su mayoría del incremento de Programas de Digitalización y del programa para la Formación Diálogo Social y Negociación Colectiva», es decir, por subvenciones públicas. Por esta partida, que son subvenciones públicas concedidas por el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz, y el de Educación Formación Profesional, dirigido por Pilar Alegría desde julio de 2021, ingresó 10,57 millones de euros, el 90% más, casi el doble, que los 5,57 millones de euros recibidos en 2020.
El dinero para esos cursos de formación siempre han estado rodeados de polémica y UGT tiene que afrontar un juicio por su mal uso en Andalucía. De hecho, UGT Asturias ya ha sido condenada por su mal uso. Y es que el dinero era destinado a todo, desde mariscadas a caseta en Feria de Sevilla, pasando por regalos para sindicalistas y sus parejas o financiación de propio sindicato. Se usaba para todo, excepto para lo que habían sido destinados: formar a parados para que encontrasen un empleo.
Por el contrario, no también le ha ido a UGT con la cuota de sus afiliados, es decir, por su propia actividad. En el año 2020, ingreso por ese concepto 10,92 millones de euros, mientras en 2021 cayó a 10,88 millones de euros.
Por cierto, UGT no paga nada del impuesto de sociedades. porque «este ejercicio las actividades mercantiles presentan beneficios que se han compensado con créditos fiscales».
LAS CUENTAS DE 2020
LAS CUENTAS DE 2021
DESGLOSE DE LAS SUBVENCIONES
No solo el Estado subvenciona a UGT de forma millonaria. La Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Valancia y la Diputación de Valencia, los tres controlados por la marca de PSOE en esa comunidad y la amalgama de partidos que representa la extrema izquierda en ese territorio, fueron muy generosos con UGT a la hora de celebrar su congreso en Valencia el pasado mes de mayo.