UGT propone reconvertir a Bankia en una banca pública con fines sociales

El sindicato UGT cree que España necesita una «verdadera banca pública» al servicio del ciudadano, como ocurre en otros países de la Unión Europea (UE), en los que estas entidades tienen un notable volumen y prestan «un gran apoyo» en situaciones excepcionales como la actual. Lo que tiene más sentido para el sindicato socialista es reconvertir a Bankia en una banca pública para fines sociales.
Por ello, el sindicato considera que «ya es hora» de combatir el «mito interesado» de la ineficiencia de la banca pública y de utilizar de manera «recurrente y torticera» lo que sucedió en las cajas de ahorros, que desaparecieron casi por completo en la anterior crisis económica y financiera que hubo en España. Lo de las cajas de ahorro no es recurrente ni torticero, simplemente era la banca pública que estaba dirigida por políticos y que fue la que se llevó gran parte de más de 70.000 millones de euros de rescate bancario que no han devuelto. Por cierto, tanto UGT como CCOO tenían afiliados suyos sentados suyos en los consejos de administración de esas cajas de ahorro quebradas y por las que cobraban generosos sueldos, dietas y se vieron implicados en el caso de las tarjetas Black de Caja Madrid o aprobaron emisiones como las preferentes que llevaron a la ruina a miles de pequeños ahorradores.

En un informe publicado hoy, UGT ofrece una panorámica general de la banca pública: sus características, las funciones que desempeña y las posibilidades de articulación en nuestro país de cara a afrontar la crisis del COVID-19.

Bankia, una banca pública de depósito con fines sociales

Para UGT, «lo más factible a corto plazo sería renunciar a la privatización de Bankia (prevista para finales de 2021) y recuperarla como una banca pública de depósito con fines sociales, haciendo valer la mayoritaria participación del Estado (que ronda el 60 %).

De esta forma, la entidad podría desempeñar una labor contracíclica en la concesión de créditos, ejerciendo de contrapeso a la banca privada en épocas de incertidumbre económica y aumentando la competencia en el sector, dice el informe.

A su vez, a través de una extensa red de oficinas, promovería la inclusión financiera, al igual que hacen La Banque Postale (Francia) o la Poste Italiane (Italia), añade.

Como entidad pública de inversión «se podría utilizar el Instituto de Crédito Oficial (ICO), pero debería parecerse más a la banca de inversión alemana (KfW) o francesa (BPI) en la magnitud de los recursos y el grado de influencia sobre la economía, actuando a escala nacional y regional», según las necesidades.

El sindicato plantea, también buscar nuevas fórmulas de financiación además de captar fondos en el mercado de capitales, por ejemplo con la asignación de una cuantía anual recogida en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

Ambas entidades -Bankia y el ICO- «podrían colaborar para financiar el necesario aumento del parque público de viviendas en alquiler y la rehabilitación energética de edificios».

Además, deberían someterse a un «estricto programa de control y supervisión por organizaciones independientes, estableciendo a su vez mecanismos de seguimiento y evaluación de riesgos», dice el informe.