Funcas prevé el estancamiento de la economía tras el verano y que el crecimiento disminuirá al 2 % en 2023

Funcas prevé el estancamiento de la economía tras el verano y que el crecimiento disminuirá al 2 % en 2023

18 julio, 2022
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Actualizado: 18 julio, 2022 13:52
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Funcas augura que el avance del PIB se desacelerará al 2 % en 2023, con una inflación media del 5 %, pero mantiene su previsión de crecimiento económico para este año en el 4,2 %.

Carlos Ocaña, director general de Funcas, afirma en la presentación de sus previsiones económicas 2022 y 2023 tras el primer semestre, que este año cerrará con una inflación media del 8,8 %, que se moderará el próximo ejercicio.

Al crecimiento del PIB del 4,2 % en 2022, la demanda interna solo aportaría 2,1 puntos (1,7 menos que en la anterior previsión), algo que se explica por la pérdida de capacidad de compra de los consumidores debido al incremento de precios, aunque se compensa por la aportación del sector exterior, que se ha revisado al alza hasta los 2,1 puntos (1,7 más que en marzo).

«El escenario económico que manejamos para el próximo año se ha deteriorado respecto al que teníamos hace tres meses» ha asegurado Ocaña, un empeoramiento que ha achacado a la elevada inflación, el incremento de los tipos de interés y la previsión de que el sector exterior se comporte «algo peor de lo esperado».

El director general de Funcas ha insistido en que «estas previsiones son muy sensibles a la evolución de la inflación y los tipos de interés. Una inflación más elevada o un ajuste de los tipos de interés más rápido resultarían en un menor crecimiento, un escenario más adverso que no es descartable».

Por su parte, el director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres, ha afirmado que la economía española se encuentra ante «el choque de dos fuerzas», una expansiva «que va perdiendo terreno» y otra recesiva «que poco a poco va ganando peso en la economía».

«Tras un inicio de año muy débil, el segundo trimestre se presenta bastante bien, y el verano también», ha asegurado Torres, algo que explica gracias al rebote del turismo y al crecimiento de la exportación de bienes y servicios, así como por el «tirón» del empleo, con un incremento en 263.000 afiliados este primer semestre.

Sin embargo, «esos factores expansivos van perdiendo peso por el coste energético y los problemas de suministro, que afectan en especial a la industria», un sector que evoluciona peor que el de los servicios, lo que según Torres es algo que anuncia «tiempos que van a ser distintos».

Funcas prevé que «las perturbaciones geopolíticas, energéticas y monetarias irán ganando peso», especialmente tras el verano, «lastrando la demanda interna» y, por tanto, el crecimiento económico en general.

Torres ha asegurado que «estaríamos rozando la recesión», aunque por ahora las previsiones son de desaceleración.

MEDIDAS DE CHOQUE

«Las opciones de los Gobiernos para reducir la inflación son muy limitadas», ha asegurado Ocaña, si bien ha afirmado que «sí tiene la misión de no agravar las consecuencias negativas».

Por su parte, Torres ha asegurado que la política macroeconómica tiene el desafío de contener la inflación sin dañar las perspectivas de crecimiento a medio plazo, lo que ha definido como «una cuadratura del círculo muy compleja» que podrá lograrse con una «acción fiscal focalizada en los sectores más vulnerables, incentivos al ahorro energético y el despliegue de los fondos recuperación».

Preguntado sobre el anuncio de un nuevo impuesto a la banca y el sector energético, Ocaña ha puesto en duda que vayan a entrar en vigor y ha afirmado que pueden tener el inconveniente de que recauden menos que los gastos que imponen a los agentes económicos.

«Hay que ser cuidadosos a la hora de introducir medidas como estas», ha zanjado Ocaña.

PACTO DE RENTAS

Torres ha considerado que un pacto de rentas «explícito o tácito» permitiría «contener y moderar el bucle precios-salarios para a la vez mantener la competitividad y también la cohesión social».

A su juicio, el desafío pasa por lograr «el reparto equilibrado de los costes de la inflación», en un contexto en que se espera que los salarios crezcan de media un 2,5 % este año y un 3 % el que viene, frente a unos precios de consumo que subirán un 8,8 % de media en 2022 y un 5 % en 2023.

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