Cómo funciona el trading de CFDs

Cómo funciona el trading de CFDs

14 diciembre, 2017
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Actualizado: 17 mayo, 2021 12:30
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Comprender el funcionamiento de los CFDs es crítico si se quiere operar con seguridad y las mayores garantías posibles de que se va a obtener un beneficio con las operaciones.

Esta guía rápida debería permitirte comprender los conceptos básicos y el funcionamiento del trading de CFDs.

Qué son los CFDs exactamente y para qué sirven

El acrónimo CFD se refiere a “Contract For Difference”, o lo que es lo mismo “contrato por la diferencia”.

Aunque esta denominación pueda parecer algo confusa en un principio, en realidad es algo relativamente sencillo de entender.

Se trata de un producto derivado financiero, similar a los futuros y opciones.

Las partes contratantes de un CFD acuerdan intercambiar una determinada diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de un determinado activo subyacente.

Dicho activo puede ser muy variado. Puede tratarse de acciones, materias primas, divisas, fondos, e incluso índices, tales como el euríbor.

Popularidad de los CFDs

Este tipo de contratos se ha vuelto muy popular entre los traders a lo largo de los últimos años, especialmente, ahora que las nuevas plataformas especializadas en el trading de CFDs han abierto la puerta a millones de pequeños inversores a lo largo del mundo.

Elevado apalancamiento de la operativa con CFDs

Además de la digitalización de la inversión bursátil, el otro gran motivo del éxito de los CFDs es el hecho de que pueden operarse con un gran nivel de apalancamiento. Esto quiere decir que no es necesario disponer de una gran cantidad de efectivo a depositar en la cuenta de tu bróker para poder realizar operaciones por grandes importes.

En su lugar, el bróker sólo exige depositar un porcentaje del importe comprometido con la operación.

Por supuesto, esto también acarrea un elevado incremento del riesgo, así como cuantiosas pérdidas en el caso de que la operación no se salde como se esperaba en un primer momento, debido a que la evolución del activo subyacente toma una dirección opuesta a la que se había pronosticado.

Por regla general, las plataformas de trading profesionales disponen del mecanismo conocido como “seguro contra balance negativo”. Este sistema hace que las operaciones se cierren automáticamente en el caso de que la evolución de las posiciones del trader se deterioren amenazando con generar más pérdidas que el dinero que tiene depositado de forma efectiva en la cuenta del bróker. A este mecanismo se lo conoce como “llamada al margen” o “margin call”.

Esto es algo que todo trader debería tener en cuenta a la hora de operar con CFDs y cualquier otro producto de operativa bursátil que permita el apalancamiento.

Reducidas comisiones de los CFDs

Por otro lado, también vale la pena destacar que las operaciones con CFDs acarrean comisiones relativamente reducidas, lo que contribuye a aumentar el atractivo para todo tipo de trader, con independencia de que se trate de pequeños especuladores o de gestores de grandes carteras.

Conceptos fundamentales para entender los CFDs

Si quieres operar con CFDs, necesitas estar familiarizado con estos conceptos.

  • Spread: el spread no es otra cosa que la diferencia entre el precio de venta y el precio de compra. El precio de venta es aquel a costear para abrir posiciones en corto, mientras que el precio de compra es el utilizado para las operaciones en largo.
  • Volumen del CFD: los CFDs se formalizan mediante contratos normalizados. Eso significa que se opera con lotes que representan un determinado número de unidades del activo subyacente. Lo habitual es que estos lotes repliquen la forma en la que el activo es negociado en el mercado. Por ejemplo, los CFDs sobre acciones de una compañía representan a una sola acción.

Cómo funcionan los CFDs

Tal y como hemos señalado hace un momento, los CFDs son muy similares a los contratos de futuros.

Al cierre de cada jornada, el bróker calcula la diferencia que se haya producido entre el precio de apertura y cierre, para proceder después a sustraer o añadir dicha diferencia a la cuenta del trader.

Así mismo, al inicio de cada jornada, se lleva a cabo el cálculo de las garantías que el trader debe aportar como consecuencia de sus operaciones. Esto se debe a que el cambio en las cotizaciones o precios del valor subyacente puede influir en el margen permitido de apalancamiento, haciendo que éste se vea excedido.

No obstante, y al contrario que los futuros, los CFDs presentan dos grandes diferencias.

  • No disponen de fecha de caducidad; es decir, no hay una fecha de vencimiento, sino que, en su lugar, cada cierre de jornada implica el cierre de la operación, aplicación del rendimiento y, de no cancelarse por el trader, reapertura al comienzo de la jornada siguiente. La única excepción a esta regla afecta a los contratos forward, los cuales sí tienen fecha de vencimiento e incluyen en el spread, todos los costes de financiación.
  • Se aplican gastos de financiación, los cuales deben ser asumidos por el trader en caso de posiciones en largo, o bien ser asumidos por el bróker, en los casos de posiciones en corto.

Cálculo del beneficio o pérdida de un CFD

Para calcular el beneficio o pérdida generada por un CFD, debe multiplicarse el tamaño de la operación (número de contratos con el mismo activo subyacente), por el valor de cada contrato, reflejado en puntos.

El resultado se multiplica por la diferencia en puntos entre el precio de apertura del CFD, y el precio de cierre.

Así mismo, debe sustraerse el coste generado por las tarifas o comisiones aplicadas para la realización de la operación, además de los costes de financiación, los cuales ya hemos explicado que se calculan y aplican durante la noche, cada jornada.

 

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