García-Gallardo defiende la legalidad de la declaración BIC de la Pirámide de los Italianos
N.M.J / ICAL
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, aseguró hoy que están “tranquilos” ante cualquier tipo de denuncia que pueda presentarse tras la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la Pirámide de los Italianos, ubicada en el Valle de Valdebezana, en el límite entre Burgos y Santander, y defendió que “no hay que mirar la historia con rencor y voluntad de reescritura, sino que está para aprender de ella”. Respondió así a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que anunció hoy que denunciará al Ejecutivo autonómico por “enaltecimiento del fascismo y humillación a las víctimas de la dictadura franquista”.
“Hemos tramitado el expediente con todas las garantías con una atención muy pulcra a lo que han dicho todos los expertos en la materia”, afirmó el vicepresidente autonómico. Señaló así que con la protección de este monumento pretenden “transmitir” ese conocimiento a las siguientes generaciones, y reiteró que esta declaración del monumento como Bien de Interés Cultural “se hace en cumplimiento de la ley”. “No hay ningún incumplimiento legal y por lo tanto estamos tranquilísimos”, añadió al respecto.
“La historia es recomendable verla con la mirada limpia. Los españoles tenemos una historia muy rica y tenemos que aprender de cada una de las etapas, porque eso es lo más constructivo y edificante”, dijo al respecto.
El vicepresidente autonómico visitó hoy la Pirámide de los Italianos con motivo de su declaración como BIC por el Consejo de Gobierno, un monumento “único, con una estética y una belleza singular que no se puede encontrar en ningún otro punto de España”, tal y como valoró García-Gallardo. Explicó así que se trata de un “monumento funerario» fruto de la Batalla del Escudo, donde fallecieron numerosos italianos.
Tal y como recordó en declaraciones a los medios, este monumento estaba “amenazado por la “ley sectaria de Memoria Democrática”, y con la declaración de BIC buscan “proteger un bien patrimonial arquitectónico único, amenazado por el sectarismo de algunos de la historia única, probablemente falsaria en muchos aspectos”. En este punto, remarcó que con esta declaración “no pretenden reescribir la historia”, sino tener estos monumentos “como legado para las siguientes generaciones y que uno pueda vivir el presente mirando al pasado, para aprender de este y construir un futuro mejor”.
García-Gallardo defendió así que con esta protección que se le otorga se busca “evitar” el deterioro que estaba sufriendo el monumento “por el paso del tiempo y la vandalización que algunos han cometido contra él”. “El expediente se ha tramitado con todas las garantías”, aseguró, y señaló que durante la tramitación se han atendido la mayor parte de las alegaciones. Entre ellas, la de la Secretaria de Estado de Estado de Memoria Democrática, que pidió justamente que el monumento fuera contextualizado históricamente.
A preguntas de los medios acerca de cuál será el siguiente paso tras la declaración de este monumento como Bien de Interés Cultural, García-Gallardo explicó que la zona tiene un “potencial turístico enorme”, y desde la Junta consideran que la Pirámide de los Italianos es un “elemento más que da atractivo a esta zona del norte de la provincia de Burgos”. “Esperemos que esto sirva como aliciente para atraer turismo y más riqueza económica, pero también social y cultural a la zona”, concluyó.
Pirámide de los Italianos
Desde la Junta de Castilla y León explican que la conocida como Pirámide de los Italianos, obra del arquitecto Attilio Radic, es un “ejemplo brillante del movimiento racionalista italiano”, aunque también expresa influencias románticas por el modo como se relaciona con el entorno. Sin embargo, señalan que, por encima de todo, es un monumento funerario construido entre 1938 y 1939 para inhumar los restos de los soldados italianos fallecidos durante la Guerra Civil en la Batalla del Escudo.
Se trata de una construcción piramidal de 20 metros de altura, de cemento forrado con placas calizas, proyectada por el arquitecto Attilio Radic y realizada por el capellán militar Pietro di Varzi, que se enmarca en la arquitectura de entreguerras dentro del racionalismo arquitectónico imperante en la época. Desde el primer momento de los combates de la Guerra Civil, se fueron organizando numerosos cementerios provisionales. Este monumento se concibe como un modo de darles un enterramiento conjunto.
El osario del Escudo, aunque de dimensiones modestas, se relaciona con los grandes sacrari italianos de entreguerras, modelo constructivo que en Italia en el siglo XX tuvo un enorme desarrollo con la construcción de grandes cementerios conmemorativos dedicados a los caídos en las distintas guerras, que pertenecen a lo que se ha llamado “arquitectura de la memoria”.
La fusión de arquitectura y naturaleza que confluyen en este mausoleo, enmarcan la Pirámide de los Italianos en una arquitectura romántica inmersa en la naturaleza, un enclave de montaña en el que se aúnan valores históricos, arquitectónicos y paisajísticos, que permiten relacionarlo con el Cementerio Ideal ilustrado en las magníficas acuarelas del arquitecto Teodoro Anasagasti (1880-1930).
Las pirámides como tumbas y monumentos funerarios no sólo pertenecen a la historia antigua de la humanidad, sino que también fueron elementos frecuentes en los siglos XVIII y XIX de la Ilustración y el Neoclasicismo. En el caso de la pirámide del Escudo, algunos apuntan incluso influencias de las antiguas pirámides de Meroe, capital del reino de Kush, cercanas a la Abisinia invadida por los italianos en 1935.