García-Gallardo denuncia en Bruselas el «chantaje» y la «paz ficticia» del ‘diálogo social’
Gerard Fageda / ICAL
El portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León y exvicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, viajó hoy hasta la sede del Parlamento Europeo de Bruselas para criticar la nueva etapa para el diálogo social en la Comunidad, tras su salida del gobierno de coalición con el PP. “Lo que estamos viendo es la fiesta de los sindicatos pagada con el dinero del contribuyente”, dijo en declaraciones recogidas por Ical, en las que también aseguró que los principales sindicatos en Castilla y León hacen “chantaje” a la Junta.
La Comisión de Peticiones debatió hoy una solicitud presentada por UGT y CCOO en la pasada legislatura en la que denunciaban la aplicación incorrecta de la legislación en materia de diálogo social durante la etapa de Gobierno de Vox y el PP en Castilla y León. Tras la ruptura del acuerdo de coalición, los sindicatos consideraron cerrada esta petición, que sin embargo hoy regresó a la comisión porque seguía registrada.
García-Gallardo solo hizo declaraciones da la prensa en los pasillos del Parlamento Europeo y no intervino dentro del Comité de Peticiones. García-Gallardo reprochó la voluntad del Partido Popular de recuperar las relaciones con CCOO y UGT. “Nosotros, lo que hicimos fue reducir los privilegios de CCOO y UGT por su participación en eso eufemístico que llaman el diálogo social, que no es más que el chantaje de los sindicatos de extrema izquierda para comprar una paz social impostada”, dijo el exvicepresidente de la Junta de Castilla y León.
El portavoz de Vox en las Cortes señaló que el diálogo social entre la Junta y los principales sindicatos es “en realidad de una paz social ficticia” para que la actual Junta “esté más tranquila”. “El PP del señor Fernández Mañueco lo primero que ha hecho ha sido irse corriendo a los sindicatos de extrema izquierda a pedirles perdón por aplicar políticas de sentido común con Vox”, añadió García-Gallardo.
Jorge Buxadé fue el encargado de intervenir en la sesión por Vox y aprovechó para tildar de “chiringuitos” a los sindicatos de CCOO y UGT y les reprochó las “subvenciones” que reciben. “Si cobro, diálogo. Si no, te monto una comisión en el Parlamento Europeo. Esto es inadmisible”, dijo el portavoz de Vox en la Eurocámara. En su respuesta, Temprano le recordó que los sindicatos se financian principalmente a través de las cuotas que pagan sus afiliados, mientras que Vox de las subvenciones que recibe de las administraciones públicas.
El secretario general de CCOO, Vicente Andrés, ya en la reunión, reprochó que García-Gallardo estuviera sentado al lado del portavoz de Vox en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, como si fuera un eurodiputado o peticionario más. Finalmente, el exvicepresidente de la Junta se sentó en la parte reservada a los visitantes o la prensa.
Dentro del Comité de Peticiones del Parlamento Europeo, el secretario general de de UGT de Castilla y León, Faustino Temprano, criticó que el grupo europarlamentario de Vox reabriera “un caso que ya está cerrado” porque, con la marcha de la “extrema derecha” de la Junta, se ha “reactivado el diálogo social”. “Es un sin sentido”, dijo el líder sindicalista, que acusó al antiguo ejecutivo de coalición PP-Vox de “incluso devolver dinero que llegaba de la Unión Europea” para financiar proyectos para los ciudadanos y trabajadores.
En la misma línea, el secretario general de CCOO en la Comunidad, Vicente Andrés, cargó contra Vox por “reabrir un caso al cual el Parlamento Europeo había dado carpetazo” porque, tal como respondió la Comisión Europea en su momento, no es una cuestión cuyas competencias pertenezcan a la Unión Europea, sino a las administraciones regionales y estatales. Andrés señaló que “no entendía el sentido” de que el Comité de Peticiones del Parlamento Europeo tratara este punto ni que.
La eurodiputada socialista Sandra Gómez denunció en el Parlamento Europeo el “absoluto desprecio de la ultraderecha al diálogo social y su irresponsabilidad en el uso del dinero público”. “A pesar de que está en contra del diálogo social, Vox ha querido mantener esta petición en el Parlamento Europeo como una burla a la institución y al derecho de petición de la ciudadanía, y como un ejercicio irresponsable de uso del dinero público, trayendo personas desde España a cuenta del presupuesto europeo para saldar deudas de ámbito regional que nada tienen que ver con los problemas de la ciudadanía”.