García-Gallardo reclama un plan hidrológico nacional que vertebre a «la España sedienta»
El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, reclamó hoy un plan hidrológico nacional que vertebre a “la España sedienta”. “Donde agua hay vida. Donde hay agua hay futuro. Donde hay agua hay un jóven que se queda a labrar la tierra de sus padres y de sus abuelos”, dijo para criticar a los que se dedican a “destruir presas y azudes” y se les “llena la boca” cuando hablan de despoblación y de retos demográficos.
García-Gallardo, que asistió hoy al acto de colocación de la primera piedra de la tercera fase de modernización del regadío de El Carracillo (Segovia), destacó la apuesta de la Junta por el desarrollo las oportunidades del mundo rural, a través del turismo, los recursos forestales y el campo de Castilla y León, con medidas como la construcción de infraestructuras hidráulicas como esta, mientras otros niegan el agua a las zonas más secas.
En ese sentido, el vicepresidente de la Junta criticó a los que buscan confrontar la expansión del regadío con el mantenimiento del medio ambiente y de los caudales de los ríos que los alimentan. “No existe incompatibilidad”, dijo García-Gallardo, quien abogó por buscar el “equilibrio” ya que aseguró es «perfectamente posible».
La obra, que el vicepresidente vinculó al impulso de la Junta y el Gobierno, beneficiará a una zona de cultivos hortícolas (zanahorias, puerros, cebolletas o lechugas). Permitirá regar 3.000 hectáreas, 1.500 en cada campaña de riego. Esta actuación da inicio a la esperada (desde el año 2005) tercera fase, que pretende abastecer de agua de riego de mejor calidad, con recursos superficiales del río Cega, a los municipios en los que no existe un acuífero superficial: Arroyo de Cuéllar, Chañe, Fresneda de Cuéllar, Remondo y Sanchonuño.
En concreto, se trata de una batería de sondeos que suministrarán el agua subterránea extraída del acuífero superficial, denominada zona almacén, a una balsa en Gomezserracín -donde se ha celebrado el acto- para su posterior impulsión a las redes de riego, permitiendo, así, mejorar la calidad del agua y abaratar los costes a los agricultores.
Cabe destacar que dicho proyecto, con un presupuesto de 18,3 millones de euros, cuenta con todos los informes de impacto ambiental aprobados y será ejecutado mediante una encomienda de gestión a la empresa TRAGSA. El vicepresidente de la Junta estuvo acompañado por el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas; el director general del Itacyl, Rafael Sáez; el presidente de la Diputación de Segovia, Ángel de Vicente; representantes de la Comunidad de Regantes y alcaldes de las localidades beneficiadas por el proyecto.