García-Gallardo reivindica el derecho de Vox a estar en las Cortes frente a los insultos de la oposición
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, pidió hoy “aparcar el show” y respeto para que las Cortes “no se conviertan en una pocilga”, y reivindicó el derecho a llevar a la Cámara los asuntos que Vox considere.
García-Gallardo solicitó la palabra desde su escaño en la reanudación del pleno, suspendido durante 15 minutos por el vicepresidente primero, Francisco Vázquez (PP), que ordenaba el debate cuando se produjo un ‘rifi-rafe’ entre el procurador de Podemos, Pablo Fernández, el ‘popular’ Raúl de la Hoz y el vicepresidente.
“Venimos soportando ataques, provocaciones e insultos inaceptables y que como vicepresidente me avergüenzan”, afirmó, para manifestar que Vox tiene “derecho a existir”, es un “partido legal” y tiene “derecho a traer a esta Cámara debates que antes no se habían producido”, donde mencionó la soberanía energética, el “fanatismo climático” o la igualdad.
Así, solicitó que las “Cortes sean la casa de la palabra”, “aparcar el show” y actuar con respeto para que el Parlamento “no se convierta en una pocilga”.
Poco antes, al reanudar la sesión, el presidente de la Cámara, Carlos Pollán, pidió también respeto y orden en el marco del debate, porque “tiene que ser así y es bueno para todos”, sino advirtió de que tomará las medidas correspondientes en base al Reglamento.
También, solicitó la palabra Francisco Igea para señalar a García-Gallardo que fue él quien insultó a “un procurador”, en referencia cuando ayer le llamó “imbécil” y “presunto delincuente” en el momento en que intervenía y afeó la presencia del vicepresidente en ‘Masterchef’.
Las Cortes han vivido un segundo pleno de inicio de este periodo de sesiones bronco. Primero, ayer con el incidente entre Igea y García-Gallardo, que ha seguido este miércoles cuando estaba en el uso de la palabra Pablo Fernández. También, con el vicepresidente de la Junta de protagonista pero al que se unió el ‘popular’ Raúl de la Hoz. Al final suspensión de la sesión por espacio de quince minutos para que se calmaran los ánimos. En su reanudación.