De Guindos explica que la nueva senda fiscal es para evitar duros ajustes
Madrid, 19 abr.- El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha justificado la relajación de las metas de déficit para 2016 y 2017 en la necesidad de evitar duros ajustes que traerían un «grave» impacto en el crecimiento económico y ha calificado de realistas y conservadoras las nuevas previsiones.
De Guindos ha presentado hoy en la Comisión de Economía del Congreso el Programa de Estabilidad Presupuestaria 2016-2019 y el Programa de Reformas que deberá enviar el Ejecutivo a Bruselas antes de que termine este mes y que previsiblemente será aprobado por el Consejo de Ministros el 29 de abril.
El ministro de Economía en funciones ha avanzado que España ha «coordinado» con las autoridades europeas una flexibilización de las metas de déficit público de un año, para que se sitúe en el 3,6 % del PIB en 2016 y en el 2,9 % en 2017 con el fin de evitar un ajuste presupuestario «muy intenso».
De esta forma, el déficit del conjunto de las administraciones públicas aumentaría ocho décimas este año y 1,5 puntos en 2017 respecto a los objetivos iniciales del 2,8 % y del 1,4 % del PIB, respectivamente.
De Guindos ha reconocido que la nueva senda de consolidación fiscal la concretó el sábado pasado, durante su participación en la Asamblea del FMI, con las autoridades europeas.
«Lo acabé en la asamblea del FMI y lo hablé con ellos», ha dicho el ministro, pese a que hoy el vicepresidente de la Comisión Europea para el Euro, Valdis Dombrovskis, ha negado que se haya pactado nada concreto con el Gobierno español.
El ministro en funciones ha explicado que la reducción del déficit para este año será posible gracias al PIB, al recorte del gasto de la Administración Central en 2.000 millones, y a las medidas para que las comunidades autónomas cumplan con los déficit marcados.
Para 2017, De Guindos ha fiado la reducción del déficit a la contribución del ciclo económico y al crecimiento del PIB.
Ha afirmado que el aumento de 8 décimas en la previsión de déficit público para este año se repartirá entre la administración central y las comunidades autónomas, si bien ha añadido que la distribución no será al 50 %.
Ha señalado que la Comisión Europea ve «realista» el nuevo cuadro macroeconómico de España, que ha calificado de conservador y ha subrayado que la estimación de alza del PIB del 2,7 % para este año y del 2,4 % para 2017 está en línea con el consenso del mercado y del FMI.
Ha reconocido que la economía sufrirá una «leve ralentización» respecto al fuerte incremento con el que cerró 2015, aunque ha insistido en que continúa en fase de expansión gracias a la demanda interna y al «sólido» avance de las exportaciones.
Ha estimado que el PIB podría haber crecido el 0,7 % en el primer trimestre del año respecto al trimestre precedente y ha insistido en que entre 2016 y 2017 se crearán 900.000 puestos de trabajo y se reducirá el paro en casi un millón de personas.
Según el cuadro macroeconómico la tasa de paro será del 19,9 % este año y del 17,9 % el que viene, mientras que la deuda pública se situará en el 99,1 % y en el 99 % del PIB, respectivamente.
De Guindos ha reiterado que el peso de la deuda pública se ha reducido por primera vez en el conjunto de la economía y ha incidido en que ningún país de la zona del euro ha hecho un ajuste como el de España, «y además con crecimiento económico».
Los portavoces de los grupos parlamentarios de la oposición han mostrado su disconformidad con el contenido de las previsiones gubernamentales.
El portavoz económico del PSOE, Pedro Saura, ha acusado al ministro de engañar a Europa y a los españoles con los Presupuestos de 2016 y saber que el déficit se iba a desviar, mientras que Podemos ha criticado que el Gobierno en funciones «esconda» información a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) al no presentarles el Programa de Estabilidad.
Desde Ciudadanos, el portavoz de Economía, Toni Roldán, ha subrayado que el Ejecutivo del PP dejará un «boquete profundísimo» a su sucesor.EFE
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