Huelga contra «desmantelamiento» de Petrobras no paraliza la petrolera

Huelga contra «desmantelamiento» de Petrobras no paraliza la petrolera

10 junio, 2016
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Actualizado: 10 junio, 2016 21:20
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Río de Janeiro, 10 jun.- Las huelga de 24 horas convocada hoy en contra del «desmantelamiento» de Petrobras se desarrolló sin incidentes y con un seguimiento desigual en las distintas plantas de la petrolera que, según la dirección, mantuvo su actividad habitual pese a la protesta.

La Federación Única de Petroleros (FUP), la mayor central sindical del sector en Brasil, informó en un comunicado que la convocatoria se realizó en «defensa de la soberanía» de la empresa, ante la voluntad del presidente interino, Michel Temer, de «desmantelar» la compañía y de entregar la explotación del presal a intereses privados.

Los sindicatos rechazan una propuesta del Gobierno de Temer que abriría la puerta a que sociedades diferentes a Petrobras exploten los yacimientos petroleros descubiertos en la llamada región del presal, en aguas profundas del Atlántico.

Los sindicatos alegan que el nuevo Plan de Negocios y Gestión de Petrobras, que incluye una rebaja de las inversiones y la venta de activos, impactará en un sector que ya enfrenta problemas por la caída del precio internacional del crudo y el escándalo de corrupción que salpica a la petrolera estatal.

Petrobras informó, en un comunicado, que las «actividades de la compañía están dentro de la normalidad» pese a la huelga.

De acuerdo con la FUP, la convocatoria, que cuenta con el respaldo de 12 de los 13 sindicatos afiliados a la federación, comenzó en los campos de producción del interior del estado de Bahía, en el noreste del país.

La protesta sindical ha sido secundada en doce de las 18 plantas de Petrobras, en los estados de Río de Janeiro, São Paulo, Bahía, Paraná, Rio Grande do Sul, Rio Grande do Norte, Pernambuco, Amazonas y Espírito Santo.

La huelga coincide con una jornada de movilizaciones contra el Gobierno de Temer en distintas capitales del país y se produce en un momento especialmente delicado para Petrobras, la mayor empresa de Brasil.

La compañía reconoció pérdidas en el primer trimestre de 2016 por valor de 1.200 millones de reales (unos 345 millones de dólares) y avanza en un plan de reestructuración para tratar de superar los malos resultados del pasado año, que concluyó con pérdidas récord de unos 10.0000 millones de dólares.

Además, Petrobras se ha visto obligada a reconocer un agujero en sus cuentas próximo a los 2.000 millones de dólares desviados por una red de corrupción destapada en 2014 en el marco de la operación Lava Jato, la mayor investigación de la historia del país.

El proceso ha destapada una compleja red de desvíos millonarios que ha salpicado a una veintena de grandes compañías privadas y a medio centenar de políticos, incluidos ministros, senadores y diputados principalmente de los partidos oficialistas.

El cambio en la dirección de Petrobras fue una de las primeras medidas del Gobierno de Temer, que el pasado día 1 nombró a Pedro Parente nuevo presidente de la compañía.

Parente, exministro del equipo del expresidente Fernando Henrique Cardoso, un hombre bien visto por los mercados, fue consultor del Fondo Monetario Internacional y colaboró con el Banco de Brasil y el Banco Central.

Tras asumir el cargo, Parente adelantó que terminará con la «interferencia política» en la empresa y anunció que Petrobras continuará con la estrategia de venta de activos para reducir su deuda millonaria.EFE

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