Iberdrola invierte 1.500 millones en el proyecto Támega, entre Portugal y la Comunidad

Iberdrola invierte 1.500 millones en el proyecto Támega, entre Portugal y la Comunidad

Entre 2021 y 2023 se pondrán en marcha tres nuevas presas
28 enero, 2020
|
Actualizado: 28 enero, 2020 16:39
|
En esta noticia se habla de:
PUBLICIDAD

Iberdrola culminó ya dos tercios del complejo hidroeléctrico Támega, que promueve al norte de Portugal y que, gracias a una inversión de alrededor de 1.500 millones de euros, supondrá la construcción de tres presas y tres centrales, Gouvães, Daivões y Alto Tâmega, cuya capacidad conjunta asciende a 1.158 megavatios (MW). El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitaron las obras durante esta jornada de martes, totalmente pasada por agua, en unas instalaciones que se construyen desde 2014 en este río afluente del Duero y que se pondrán en marcha entre los años 2021 y 2023.

Cuando esté plenamente operativo, el complejo será capaz de suministrar energía limpia a unos 440.000 hogares portugueses, evitando la emisión a la atmósfera de 1,2 millones de toneladas de CO2 y la importación de 160.000 toneladas de petróleo al año. Es lo mismo que decir que esta gran infraestructura renovable tendrá capacidad de almacenamiento suficiente para dar servicio a dos millones de hogares portugueses durante un día entero y contribuirá a los objetivos de reducción de emisiones fijados por el Gobierno de Portugal.

Galán y Costa estuvieron acompañados, entre otras muchas autoridades locales, regionales y nacionales, por el ministro portugués de Ambiente y Acción Climática, João Matos. Este aprovechamiento forma parte del Plan Nacional de Presas de Elevado Potencial Hidroeléctrico del Gobierno luso y se desarrolla en el marco del “firme compromiso” de Iberdrola con un país que “cuenta con la seguridad jurídica y la estabilidad regulatoria y fiscal necesarias”.

El desarrollo de esta infraestructura de energías renovables por parte de Iberdrola en Portugal tiene un relevante impacto en la actividad económica y el empleo en la región donde se lleva a cabo. De hecho, ha propiciado la creación de 3.500 empleos directos y otros 10.000 indirectos, el 20 por ciento de los cuales procedente de los municipios que circundan el proyecto, a través de más de 75 proveedores.

Galán suscribió el “compromiso” de la firma que preside de una “transición” hacia una energía más limpia y destacó que este proyecto supone un almacenamiento energético como “pilar imprescindible” para asegurar el “futuro del planeta”. “Ese el compromiso de Iberdrola, como lo ha demostrado desde hace dos décadas en Portugal”, incidió.

Igualmente, señaló que con este complejo del Támega la compañía “continuará en el cumplimiento de reducción de CO2 estipulado por el Gobierno del país, en la búsqueda del desarrollo sostenible a largo plazo”.

El complejo prevé alcanzar los 90 millones de kilovatios hora de capacidad de almacenamiento en 2022, lo que supondrá un aumento respecto a 2018 de casi un 30 por ciento: 20 millones de kilovatios hora más, equivalentes a 400.000 baterías de coches eléctricos o a 1,4 millones de baterías para uso residencial.

Gracias a esta potencia, Iberdrola superará los cuatro gigavatios (GW) de bombeo en toda la Península Ibérica -3.192 en España y 880 en Portugal-, que se va a convertir de este modo en la gran batería de Europa. Actualmente, en España la eléctrica cuenta con la mayor instalación de estas características del viejo continente: La Muela II, en el embalse de Cortes de Pallás, ubicado en el río Júcar, en Valencia. Su producción anual ronda los 800 gigavatios hora, suficiente para atender el consumo eléctrico de casi 200.000 hogares.

Se trata de una central con cuatro grupos de turbinas reversibles dentro de una caverna que permiten aprovechar el desnivel de 500 metros existente entre el depósito artificial de La Muela y el embalse de Cortes de Pallás para producir energía eléctrica. El almacenamiento que proporciona la tecnología hidroeléctrica de bombeo es “clave”, afirma Iberdrola, para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico ante la “intermitencia de otras fuentes de energía renovables”, como la eólica o la fotovoltaica.

El proceso de construcción de las tres presas y centrales que constituyen el complejo hidroeléctrico Tâmega avanza al ritmo previsto por la compañía. Así, el aprovechamiento de Gouvães, al 75 por ciento de su construcción, es el más relevante de los tres, incluye una central de bombeo y un depósito superior. Dispone de cuatro grupos generadores que suman una potencia de 880 megavatios y que estarán alojados en una caverna subterránea con un volumen equivalente a 25 piscinas olímpicas. Esta central será reversible, es decir, hará posible almacenar agua del embalse de Daivões en el de Gouvães gracias a los más de 650 metros de diferencia de cota entre ambos. Su puesta en marcha tendrá lugar el año que viene.

Por su parte, la presa de Daivões, cuya central asociada dispondrá de una capacidad de 118 megavatios gracias a la instalación de tres grupos, está prácticamente concluida. La ejecución de las obras de la planta se encuentra al 50 por ciento y su puesta en marcha se prevé para también para 2021. Por último, la tercera pata del proyecto, la presa y central de Alto Tâmega, al 42 por ciento, está previsto que arranque la construcción del muro a lo largo del mes de marzo de este año. La planta contará con dos grupos que le proporcionarán 160 megavatios de potencia. Su inicio de operaciones se producirá a lo largo de 2023 y permitirá “continuar reforzando en los próximos años su liderazgo mundial en el sector de las energías renovables”, en el que ya cuenta con una capacidad instalad de alrededor de 31.000 megavatios.

Además, junto a las presas, Iberdrola ha construido una cantera que produce áridos para su uso exclusivo en los hormigones de todo el complejo; entre ellos, los necesarios para la construcción de las presas. En esta cantera se prevé la producción de más de dos millones de toneladas de áridos, el equivalente al peso de 5.000 Boeing 747 debidamente equipados y con pasajeros.

Paralelamente, Daivoes, que contará con una altura de casi 80 metros, dispondrá de unos 242.000 metros cúbicos de hormigón. Para ello se está utilizando una planta de hormigonado con una capacidad de producción de 200 metros cúbicos por hora, equipada con dos blondines, sistemas de transporte y colocación del hormigón operados mediante cables suspendidos apoyados en las márgenes en cotas superiores. Los trabajos de hormigonado comenzaron tras la excavación de los cimientos de la presa y en el curso de las obras, que duraron más de 13 meses y cuando se retiraron alrededor de 136.000 metros cúbicos de roca.

Portugal se ha convertido en un mercado estratégico para Iberdrola, que en la actualidad tiene presencia en los sectores de generación, siempre mediante energías renovables, y comercialización de energía. En el primer área, y aparte de desarrollar el complejo hidroeléctrico del Tâmega, la compañía ya cuenta en el país con 92 megavatios de energía eólica distribuidos en tres parques: Catefica, en el municipio de Torres Vedras, de 18 megavatios; Alto do Monção, en Mortágua y Tondela, de 32; y Serra do Alvão, en Ribeira de Pena, de 42 megavatios, precisamente junto al complejo que hoy visitaron las autoridades.

Asimismo, en agosto del año pasado la firma española se adjudicó 149 megavatios de potencia solar fotovoltaica, a desarrollar en Algarve y el valle del Tajo, lo que supuso la entrada de la compañía en el desarrollo de este tipo de tecnología en territorio luso.

Iberdrola inició su actividad comercial en el país vecino en 2002, teniendo lugar su primer suministro en enero de 2003. En paralelo al proceso de liberalización del mercado energético, la compañía entró en el segmento residencial y de pequeños negocios en 2013 y en 2017 comenzó a comercializar gas natural.

Hoy es ya la tercera compañía eléctrica del país por cuota de mercado, la primera suministradora de electricidad al sector industrial y la segunda en cuanto a número de clientes residenciales. En la actualidad gestiona más de medio millón de contratos de suministro de electricidad y gas y su objetivo para 2025 es alcanzar un millón de clientes domésticos, de un mercado compuesto por 5,2 millones de puntos de suministro.

Noticias Relacionadas: