La industria del dron urge una nueva normativa para no frenar su «despegue»

La industria del dron urge una nueva normativa para no frenar su «despegue»

19 mayo, 2016
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Actualizado: 19 mayo, 2016 0:00
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Madrid, 19 may.- La industria de los drones urge al Gobierno que apruebe «lo más pronto posible» el real decreto que regularizará mejor el uso de estas aeronaves pilotadas por control remoto para lograr el despegue definitivo de este creciente negocio del que España es uno de los países punteros.

Lo piden los responsables de Inda, la empresa que comercializa mayoritariamente drones de tipo helicóptero, y del Catec, el centro de investigación tecnológica de estos aparatos que hoy, ante representantes de instalaciones críticas como Adif, puerto de Valencia, centrales nucleares, además de Policía y Guardia Civil han expuesto las enormes posibilidades de estas aeronaves para la seguridad.

Pese al ingente «nicho» de negocio existente, la primera jornada técnica sobre drones deja una demanda unánime entre el sector: la puesta en marcha «lo más rápido posible» de la nueva normativa que reforzará la aprobada en julio de 2014 y que permitirá usos para estos aparatos hasta ahora prohibidos.

Y es que actualmente solo se puede sobrevolar drones de menos de 25 kilos (los más comercializados) fuera de núcleos de población, edificios o edificaciones, reuniones de personas al aire libre y de espacios aéreos no controlados. Siempre, además, sin perder de vista la aeronave.

Por eso hasta ahora, los expertos señalan que su empleo profesional se circunscribe a servicios como la agricultura de precisión o la cartografía.

Unos límites que están perjudicando el despegue definitivo de esta herramienta, en palabras de Francisco Luque, director de desarrollo de Inda, que lamenta el porcentaje de negocio «muy elevado pero difícil de evaluar» que se está perdiendo a raíz de este vacío que dura más de un año y medio.

Reconoce que existe un gran interés en las posibilidades de los drones -no solo desde el punto de vista de la seguridad, sino también desde las empresas audiovisuales-, al tiempo que indica que España está exportando esta tecnología a Sudamérica y África.

Antidio Vigudia, uno de los mayores expertos en el desarrollo de estas aeronaves no tripuladas y que trabaja en el Catec también lo tiene claro. «Hay un gran desfase entre la regulación y los desarrollos actuales» de los drones en España, mientras que el 90 por ciento de los aparatos que se comercializan como «juguetes» provienen de China.

Vigudia explica que las aeronaves pilotadas por control remoto (RPA en sus siglas en inglés) deben entenderse como una complemento o herramienta para las personas, no como un sustituto, pues tiene que existir una persona detrás que las maneje.

Entre sus innumerables usos, Vigudia avanza que ya hay prototipos de drones con brazos robóticos articulados que pueden ser muy útiles para inspecciones en puentes -por ejemplo, evaluar una grieta con sensores ultrasonido-, aeronaves capaces de volar grandes distancia y a muy baja altura o, incluso, aparatos que pueden ir incorporados a vehículos y despegar por control remoto del techo. EFE

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