Santos, Nobel de la Paz tras pactar con narcoterroristas

Santos, Nobel de la Paz tras pactar con narcoterroristas

07 octubre, 2016
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Actualizado: 07 octubre, 2016 11:55
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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha ganado el premio Nobel de la Paz 2016 a pesar del ‘No’ de los colombianos a pactar y negociar con terroristas, tal y como él hizo.  

Según el Comité Nobel de Noruega, el premio se le ha concedido por sus «decididos esfuerzos» por llevar la paz a su país tras 52 de asesinatos de inocentes.

 

«El hecho de que la mayoría de los votantes dijera no al acuerdo de paz no significa necesariamente que el proceso de paz esté muerto. El referéndum no fue un voto por o contra la paz», insistió el Comité Nobel en su fallo. «Ese resultado ha generado una gran incertidumbre sobre el futuro de Colombia. Hay un riesgo real de que el proceso de paz se paralice y de que estalle de nuevo la guerra civil, lo que hace todavía más importante que todas la partes, encabezadas por el presidente de Santos y el líder de la guerrilla de las FARC, Rodrigo Londoño, mantengan el respeto al alto el fuego», recalcó el Comité.

 

Según el jurado, el premio es también «un tributo al pueblo de Colombia que, a pesar de las grandes dificultades y los abusos, no ha perdido la esperanza en una paz justa, a todas las partes que han contribuido al proceso de paz» y a todas las víctimas de una guerra que se ha cobrado la vida de al menos 220.000 colombianos y ha obligado a abandonar sus casas a más de seis millones de personas.

 

Lo que el Comité no tiene en cuenta

Sin embargo el Comité se ha olvidado de esas víctimas y de que el pueblo colombiano no quiere que el Gobierno dé ni una sola permisividad ni privilegio a terroristas.

 

El acuerdo incluye la impunidad para los terroristas y da la posibilidad la participación política de la guerrilla: Las FARC tendrán hasta 2018 portavoces «con voz pero sin voto» en el Congreso de Colombia para discutir la implementación de los acuerdos de paz, y a partir de entonces podrán presentarse a elecciones con una «representación mínima asegurada por dos periodos», según anunció el presidente Santos.

 

Además, se preveía en caso de que los colombianos dieran el visto bueno a las negociaciones, que diez millones de hectáreas entraran a formar parte de una “economía campesina, familiar y comunitaria” que dominarían económica, social y políticamente las FARC, organización que ha recaudado millones de dólares gracias al narcotráfico. El modelo agrario en estos terrenos fue tomado de la Venezuela chavista. Estos ingresos servirían para ganar elecciones, controlar  medios de comunicación y convertir a la guerrilla en la «dueña legal” del país.

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