LA EVIDENCIA CIENTÍFICA NO SIEMPRE ES GARANTÍA DE SALUD

LA EVIDENCIA CIENTÍFICA NO SIEMPRE ES GARANTÍA DE SALUD

10 octubre, 2018
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Actualizado: 10 octubre, 2018 14:12
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Hoy en día se hace mucho énfasis en que todo lo que se afirme a nivel medicinal, esté científicamente comprobado. Eso está bien.

Pero estamos en un punto en que se está llevando esta postura a un nivel demasiado radical e intransigente hasta casi llegar a la incoherencia. ¿Se necesitan realmente muchos estudios y un papel acreditativo para garantizar la funcionalidad de un producto, o elemento medicinal?

La respuesta es: NO SIEMPRE

Los estudios científicos se hacen con el fin de demostrar la funcionalidad o no funcionalidad de algo.

La funcionalidad de las cosas la demuestran los estudios científicos, pero también el tiempo y la experiencia pueden ser una evidencia de que algo funciona.

Aquello que se ignora, o no se conoce lo suficiente, necesita ser estudiado y probado concienzudamente para confirmar sus propiedades y beneficios.

Esto es muy correcto.

Pero hay otras fuentes de salud cuya eficacia se conoce por los siglos de los siglos. El

tiempo y la experiencia también demuestran la funcionalidad de las cosas, sin requerimiento de estudios científicos oficiales y firmados.

  • ¿Acaso se necesita un estudio científico para confirmar que respirar aire puro sana nuestro organismo?
  • ¿Necesita estudio científico la afirmación de que cuando estamos enfermos a nivel digestivo, el ayuno parcial o el tomar caldos suaves y calentitos nos ayuda a sanar más rápido?
  • ¿Necesita estudio científico la realidad de que cuando una persona está enferma, recibir cariño y caricias la ayuda a sanar más rápido?

La respuesta es no

. No es necesario, debido a que se trata de factores curativos que se vienen demostrando desde hace miles de años. Son fenómenos tan evidentes y

observables, que pueden afirmarse y usarse abiertamente sin necesidad de estudios

adicionales.

Esto simplemente lo matizo para no reconocer el poder curativo solo en las cosas que

tienen evidencia científica oficial. Hoy en día nos quieren hacer ver que solo los fármacos tienen poder curativo porque cuentan con estudios y evidencias de sus propiedades.

Esto tiende a crear una postura de menosprecio hacia las técnicas curativas naturales y tradicionales que llevan practicándose desde que el hombre es hombre por médicos antiguos, boticarios, madres, abuelas etc.

En los medicamentos, están científicamente comprobadas sus indicaciones y también sus efectos secundarios. El medicamento Diane (anticonceptivo), por ejemplo, está

científicamente probado, y de hecho, en el prospecto, indica que como efecto secundario puede causar cáncer de mama y de útero.

Esto es un ejemplo que no siempre los productos con estudios científicos son garantía de salud.

Pero no solo los medicamentos pueden vanagloriarse de tener evidencia científica.

También hay numerosos estudios de materias primas naturales cuya eficacia ha sido demostrada tras profundas investigaciones.

Como hemos visto, también los principios activos procedentes de materias primas naturales están despuntando en cuanto a su eficacia científicamente demostrada a la hora de mantener el cuerpo nutrido, depurado y a la hora de mejorar la calidad de vida en general potenciando las defensas del organismo y frenando en gran medida el envejecimiento celular.

Estos productos o complementos alimenticios compuestos por principios activos

naturales y concentrados, son llamados nutracéuticos y son reconocidos por su eficacia, por el respaldo de los estudios realizados sobre los mismos, y por su potencial respetuoso con el cuerpo humano, ya que no son medicamentos y prácticamente carecen de efectos secundarios.

Por ello son los productos del futuro y son la mejor herramienta para los profesionales de las ciencias naturopáticas.

Como conclusión, reitero que tener evidencias científicas es muy positivo tanto a nivel de fármacos como de complementos alimenticios o nutracéuticos. Pero no debemos ser herméticos con esto.

  1. Miguel Angel Ruiz Novo, Especialista de Solnatura argumento:

 “Debemos ser capaces de observar, y tener la mente abierta para darnos cuenta de que hay muchas otras cosas que favorecen la curación, y son elementos sencillos, naturales, de toda la vida. Factores que uno mismo puede aplicar en sí mismo y en otros sin depender de complejidades.”

A veces uno puede curarse a sí mismo bañándose en agua pura, en agua de mar,

paseando por la arena de la playa, desconectándose en un lugar oxigenado, recibiendo un masaje, durmiendo bien.

Estos son elementos curativos de toda la vida que demuestran que la evidencia científica, aunque es un buen añadido, no es una condición “sine qua non” para que algo sea efectivo.

Solnatura  aplica la naturopatía alimentaria cada día, basándose en los hechos arriba mencionados.

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