La hotelera Marriot da la espalda a los venezolanos

La cadena hotelera Marriot no tiene reparos en haber firmado un «convenio mixto» con el sancionado Tareck El Aissami, vicepresidente de Venezuela, dando así la espalda al pueblo venezolano.

Según el editorial del Diario de las Américas, tras la firma del convenio mixto entre la Gobernación del estado de Aragua, entonces en manos del actual vicepresidente de Venezuela, el investigado y sancionado por EE UU Tareck El Aissami, y representantes del grupo Marriott, el emblemático hotel de Golf de Maracay formó parte de la conocida cadena hotelera. El Aissami está señalado por EE UU por sus vínculos con el narcotráfico.

Varias son las cuestiones que se realiza el diario: ¿Está la cadena estadounidense dándole parte de las ganancias obtenidas al régimen venezolano? ¿Haber firmado un convenio con el sancionado El Aissami no es al menos un motivo para revisar ese contrato? ¿Por qué si hay unas sanciones que prohíben hacer negocios con el exgobernador de Aragua y actual vicepresidente de Venezuela, éste no se ha revisado?

Los detalles de ese «convenio mixto» no han visto la luz, ahora el complejo hotelero ha sido reinaugurado, pero sigue sin hacerse público los términos y cláusulas de ese convenio «mixto», una falta total de transparencia debido a que es un ente público quien participa.

Las formas de conseguir financiación en una dictadura, como lo es ahora Venezuela, son diversas, y entre ellas está el turismo. «Este puede ser solo un ejemplo de los distintos convenios y contratos que pueden involucrar a empresas transnacionales o estadounidenses con el régimen de Maduro», afirma el editorial diario.

En agosto de 2015, tras la firma del convenio, Tareck El Aissami aseguró que esta alianza mixta era el inicio a nueva historia de la “Aragua Potencia”. «No es solamente el hecho de que una de las operadoras de mayor prestigio mundial, como es el caso de Marriott, asuma la remodelación, restauración y modernización de esta maravillosa infraestructura, sino también lo que eso significa para el impulso económico y productivo del estado Aragua», afirmó.

Ahora y con la sanción, deberán revisarse esos convenios para determinar si se está incumpliendo la sanción a funcionarios y al régimen de Maduro, pero moralmente es condenable que empresas de otros países, que viven y se benefician de la democracia, vean oportunidades en convenios con un régimen que «asesina, castiga, reprime, empobrece y restringe las libertades de su pueblo», concluye.