Las compras online y su proyección para el 2021

Las tareas más básicas y comunes de la vida cotidiana están pasando al plano virtual. Cada vez es más común que las actividades se desarrollen en la modalidad online. Sobran ejemplos: desde el entretenimiento (videojuegos, cine, etc.) hasta la educación a distancia.

Las compras también han visto su pasaje al mundo digital. En España abundan los marketplaces de todo tipo, en los que se ofrecen numerosos productos y servicios. Prácticamente no hay nada que no se pueda comprar y vender a través de Internet.

Este fenómeno está en su momento de mayor expansión, y se espera que su crecimiento se acelere en el año que comienza. ¿Es posible combinarlo con el comercio tradicional? ¿Cuál es el alcance del mercado online?

Las compras en línea, sólidas en España

Esta modalidad ha dejado de ser una novedad para convertirse en un modo hegemónico de comerciar productos y servicios. De hecho, según un estudio sobre las compras online, el 12% de las ventas totales se realizan a través de la web. Ese porcentaje crece día a día, pues cada vez más gente descubre las ventajas del mercado de Internet.

La variedad de productos que se pueden adquirir online ha aumentado en los últimos tiempos, en especial a raíz de las cuarentenas obligatorias y el aislamiento social. Así pues, hoy en día se pueden conseguir desde artículos de primera necesidad hasta productos de lujo importados.

Asimismo, el comercio en línea ha ayudado a numerosos emprendedores a mantenerse de pie durante la actual recesión. Con la disminución de clientes en las tiendas, muchos comerciantes han conseguido compensar la caída en el consumo con las ventas por Internet. La implementación de esta modalidad es sumamente fácil y no requiere de grandes conocimientos en informática. Uno de los ejemplos más emblemáticos es el marketplace de Las Rozas, donde se pueden adquirir diversos productos de los comercios de la zona.

¿Qué compran los españoles?

La respuesta real es: absolutamente de todo, pues la oferta de la web es infinita. Sin embargo, existen ciertos rubros que son más privilegiados en las compras en línea. Por ejemplo, el 50% de las ventas totales están relacionadas con artículos de moda. Esta misma tendencia se ve replicada en otros países.

El 41% de las compras representan artículos de belleza y cuidado personal, mientras que el 39% son artículos electrónicos. Por su parte, el rubro de comidas y bebidas alcanza apenas el 19%. Estos números arrojan un patrón de comportamiento sobre los compradores españoles.

El gasto medio de los e-shoppers es de entre €50 y €100 por mes, aunque este porcentaje continuará subiendo en tanto que perdure el estado de aislamiento social preventivo. Así pues, las compras en línea se están volviendo parte de los hábitos de consumo del grueso de la sociedad.

Crecimiento a nivel global

Este fenómeno avanza sostenidamente en todo el mundo desde hace años. El año 2017 fue un punto de inflexión que algunos consideran el despertar de las compras en línea, con una recaudación de 1.411 billones de dólares. En el 2018 esa suma aumentó significativamente hasta llegar a los 1.614 billones.

A lo largo del 2019, el alza más importante se dio en el sector de productos de moda, que comenzaron a ser comercializados más masivamente por Internet. Con ese buen precedente, se esperaba que en el 2020 los índices se mantuvieran estables, pero la pandemia cambió las reglas del juego.

La situación anómala del último año promovió el desarrolló de las plataformas de compra y venta. En especial, se vio una consolidación de las firmas más asentadas, como eBay y Amazon. En Latinoamérica, el coloso corporativa Mercadolibre fue una de las empresas con mayor crecimiento y expansión. Tanto fue así que captaron los sistemas de distribución de productos en varios países.

Previsiones para el 2021

En una realidad tan cambiante, es difícil acertar a las predicciones económicas. Si la situación social continúa como hasta ahora, se espera que las compras online superen el 17% del total del comercio minorista en España. Esto representa un cambio de hábitos de consumo marcado.

Además, muchos productos intentarán ganarse un lugar en el mercado virtual. Entre ellos se destacan los gastronómicos, que han tenido un muy mal 2020. Así pues, será cada vez más común acceder a un amplio repertorio de comidas y bebidas.

En el mismo sentido, se espera que los métodos de pago se diversifiquen cada vez más. Los comercios minoristas suelen aceptar alternativas como transferencias bancarias, pagos con tarjetas y hasta billeteras electrónicas como PayPal. Este año, las criptomonedas comenzarán a ganarse una posición más sólida.