Las Cortes, con el voto de PP y Vox, piden el «fin de la guerra del agua» e inversiones prioritarias

Las Cortes de Castilla y León pidieron hoy “poner fin a la guerra del agua” entre territorios mediante el diseño de un plan nacional del agua y plantearon que se ejecuten las inversiones prioritarias, junto también con otro plan nacional de aprovechamiento hidroeléctrico para mejorar el sistema energético.

La proposición no de ley presentada por Vox se completó y amplió con una enmienda del Grupo Popular, mientras que la oposición criticó “el fanatismo climático” de la formación de Santiago Abascal y que no tenga en cuenta los criterios medioambientales en los episodios de sequía. La iniciativa fue respaldada por PP y Vox y rechazada por PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos, mientras Por Ávila y UPL-Soria YA se abstuvieron.

En la presentación de la iniciativa, Ignacio Sicilia argumentó que el agua es patrimonio de todos y requiere un reparto equilibrado, lamentó que se haya convertido en una cesión a determinados territorios y defendió la interconexión de las cuencas. “España tiene agua para cubrir las necesidades de los españoles, donde llega el agua se fomenta el arraigo y la riqueza”, aseveró.

Al respecto, señaló la importancia de terminar con la planificación de los regadíos y lamentó que no haya para ello fondos europeos. “El agua debe estar al servicio de la Nación”, proclamó, para defender “una autopista del agua”.

En su propuesta, Vox exige al Gobierno central el diseño y aplicación de un nuevo Plan Nacional del Agua que garantice el abastecimiento a todos los rincones del país y a todos los españoles con independencia de donde residan, que se ponga fin a la guerra del agua entre regiones y se permita combatir los episodios de sequía con efectividad mediante la interconexión de cuencas.

El Grupo Popular presentó una enmienda, defendida por Alberto Castro, para ampliar el contenido de la PNL de Vox al incluir en la misma inversiones prioritarias en saneamiento, regulación y abastecimiento para garantizar el recurso hídrico para regadíos. Además, incluyó medidas de coordinación de los planes hidrológicos de cuenca y diseñar un nuevo plan nacional de aprovechamiento hidroeléctrico que identifique todas las infraestructuras hídricas.

Castro pidió seguridad jurídica y que los fondos europeos sean también prioritarios en la modernización de los regadíos para que sea eficiente, así como considerar los futuros usos del agua como el hidrógeno verde. “En la enmienda no hay ninguna línea que no puedan aceptar”, aseveró en referencia al socialista.

Por su parte, el socialista José Luis Vázquez, que recordó a Vox que Castilla y León está formada por dos regiones, argumentó que la iniciativa carece de “rigor” pero está “llena de fanatismo contra el climático”. “Vemos afirmaciones absurdas”, aseveró, en relación a los episodios de sequía, donde lamentó que “no pongan nombres” y citó a Ramón Tamames, que defenderá la moción de censura del partido de Abascal, y que refiere al cambio climático.

“El agua no es de nadie en particular, es de todos”, afirmó, para abogar por una planificación “científica, no ideológica”, y recordar que el Gobierno ha aprobado los planes de agua del tercer ciclo con una vigencia a 2027 para una modernización, mitigar incendios, fijar los usos de oferta y demanda. “Debemos desterrar la viejuna idea de la derecha del agua que no genera riqueza”, concluyó.

“Es necesario un nuevo plan del agua, sí, porque la situación es de emergencia por el episodio de sequía en Europa desde hace 500 años”, argumentó Francisco Igea (Ciudadanos), que enmarcó este hecho en el cambio climático y lamentó que la única propuesta de Vox sea aumentar el regadío, que, en su opinión, debe mejorar su sistema, pero rechazó las políticas de Vox.

Juan Ramón García afeó que Vox no haya presentado esta iniciativa en el Congreso de los Diputados y criticó que aquí, con los problemas que hay en Castilla y León, haya que defender los de otros territorios. El procurador leonesista aprovechó su intervención para hablar de los agravios a las provincias del Oeste de la Comunidad cuando han aportado recursos y han sido “generosas, sin nada a cambio”. 

Por último, Sicilia, en su respuesta a la oposición, manifestó que hay agua y el tema está en gestionar bien para lo que se necesitan las infraestructuras hidráulicas, se refirió al abandono de cultivos por el precio del agua que no pueden pagar y defendió que se necesita compartir el agua, porque es un bien público y de “todos los españoles”. “Es el principio de solidaridad, vemos que se beneficia a unas autonomías en detrimento de otras y a unos regantes en detrimento de otros”, indicó.