Las torres gemelas cayeron por una «demolición controlada»

Las torres gemelas cayeron por una «demolición controlada»

05 octubre, 2016
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Actualizado: 05 octubre, 2016 16:17
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Físicos europeos aseguran en un estudio que las torres gemelas no fueron derribadas por un atentado con aviones sino por una demolición contralada. Según los mismos científicos, los aviones eran maniobrados por drones para crear un falso secuestro.

El artículo explica con gráficos e imágenes del impacto de los aviones el por qué de su conclusión. El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), una institución del gobierno de EE UU, inició la investigación en 2002 y concluyó la misma en 2008, con Barack Obama en el poder. Los científicos explicaron al Gobierno que el atentado tal y como se presentó era una farsa. En realidad se trata de una demolición controlada en las torres gemelas.

El estudio publicado en la European Physical Society no solo muestra la caída de las torres gemelas, sino también del colapso del Edificio 7 del WTC, que no fue golpeado por ningún avión.

Los tres edificios eran los únicos casos conocidos en los que el fuego resultó ser el causante de su derrumbe. Tan sólo había un caso parecido en todo el mundo; el sufrido en un edificio de 21 plantas en México debido a un terremoto en 1985. Hasta entonces, ningún rascacielos de tal envergadura había caído por ser pasto de las llamas. Pese a ello, los expertos del NIST aseguraron que el fuego era la única causa, pese a que físicos, arquitectos e ingenieros descartan este motivo.

Y es que, el World Trade Center como el edificio 7, estaban revestidos de acero, por lo que podrían haber soportado incendios sin problema alguno.

Según el estudio, la temperatura del fuego no fue tan elevada como para derretir las estructuras hasta el punto de romperlas. Asimismo, no hubo tiempo suficiente para ello, como se aprecian los vídeos desde que chocan los aviones hasta que se derrumbaron. En este sentido, señalan, que se necesitan 660 grados centígrados para provocar un derrumbe como el que sucedió el 11 de septiembre de 2001.

Asimismo, las medidas de seguridad de estos edificios impedirían que la estructura fuera dañada por las altas temperaturas, más cuando hay sistemas contraincendios activados.

Según los autores del estudio, toda la estructura de acero estaba protegida con material ignífugo, por lo que actuarían de corta fuegos e impedirían alcanzar las altas temperaturas necesarias para derretir el acero y provocar el colapso.

El estudio muestra que en la historia sí hay casos de edificios que han sido parcialmente derribados por el fuego, pero en ningún caso un colapso total. De hecho, pone de manifiesto que grandes rascacielos han sufrido incendios muy graves y la estructura ha aguantado lo suficiente como para poder mantenerse en pie.

En el caso de las Torres Gemelas, el informe señala que las torres gemelas estaban diseñadas para soportar el choque de un avión de pasajeros contra la estructura. El estudio recuerda las propias palabras del ingeniero jefe de la estructura de las Torres Gemelas, John Skilling, tras el atentado en 1993. En la revista Seattle Times afirmó: «Nuestro análisis indica el mayor problema sería el hecho de que todo el combustible (del avión) descargaría en el edificio. Habría un fuego terrible. Mucha gente moriría«. Pero añadió: «La estructura del edificio seguiría intacta». En este sentido, el único modo de tumbar las Torres Gemelas era con una explosión interna controlada.

Las explosiones provocarían la ruptura del acero y por tanto haría caer el edificio. Para ello, era necesario poner cargas en las columnas centrales para que el edificio cayera hacia su interior y evitar así que se derrumbara hacia edificios contiguos.

El colapso del Edificio 7 del WTC, por su parte, cayó pese a no ser golpeado por ningún avión. Su velocidad de derrumbe fue en 2,5 segundos y de forma simétrica. El revestimiento de acero despareció como un azucarillo en el café y se fue al fondo. El NIST aseguró que el fuego devastó el edificio.

David Chandler y Steven Jones, no obstante, observaron y tomaron cálculos de velocidad de derrumbe por los vídeos que han ido apareciendo. Fue entonces cuando el NIST tuvo que admitir que la caída fue de 2,5 segundos.

El NIST quedó en evidencia al ser «incapaz de proporcionar una explicación plena sobre el colapso total de los dos edificios«. Ningún ordenador ni programa informático fue capaz de replicar con exactitud la teoría que sostenía el Gobierno de Obama.

Asimismo, imágenes antes de la caída del WTC muestran explosiones a alturas más bajas de las plantas donde impactaron los aviones. De hecho, el color naranja que sale en una de las imágenes es debido a una reacción típica en las voladoras.

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