Los inspectores de Educación afirman que el Ministerio de Celaá carece de liderazgo
La Unión sindical de inspectores de Educación (USIE) cree que la organización del nuevo curso «no se ha organizado tarde ni tardísimo, sino extremadamente tarde» y se han mostrado decepcionados por «la falta de realismo y compromiso con la educación y la carencia de liderazgo del Ministerio de Educación», dirigido por Isabel Celaá.
La Conferencia Sectorial anunciada ayer miércoles para el 27 de agosto así como la Conferencia de Presidentes autonómicos anunciada para finales de mes o inicios de setiembre «son dos ejemplos evidentes de que la educación en España no es considerada un asunto de Estado», han lamentado los inspectores este jueves en un comunicado.
Han recordado que el sistema educativo «fue apartado de los trabajos de la Comisión para la reconstrucción nacional del Congreso al no ser considerado un servicio esencial».
«Todas las partes debemos hacer esfuerzos y generosas cesiones ante el mayor problema educativo de los últimos 40 años», ha recalcado el presidente de USIE, Jesús Marrodán.
Ha propuesto que los inspectores centren sus esfuerzos «en asesorar, ayudar y comprender las difíciles situaciones en las que se verán involucrados todos los sectores de la comunidad educativa facilitando pautas y la conexión con las autoridades administrativas».
Por ello, ha asegurado que «el asesoramiento debe ganar peso ante la supervisión, centrada en el cumplimiento de la normativa educativa, pues nos encontramos ante una situación transitoria y compleja».
«Los planes de inspección deben simplificarse al máximo para que se pueda atender lo realmente necesario e importante», ha añadido.
Para USIE, «el único objetivo debería ser proteger el derecho a una educación segura y ordenada dentro de lo posible, teniendo en cuenta el principio de realismo e incertidumbre que hacen inviables soluciones mágicas ante situaciones tan novedosas e imprevistas».
Para garantizar el servicio de la educación, deben tomarse medidas excepcionales, no solo incrementando recursos humanos, disminuyendo ratios y adaptando espacios, sino potenciando los medios tecnológicos y la capacitación digital de los docentes, han argumentado.
Asimismo, han propuesto que todos los centros educativos planifiquen la prestación de unos servicios mínimos esenciales para los alumnos en función de la situación sanitaria de su entorno, y que, a partir de ahí, se den respuestas individualizadas y flexibles de atención presencial.
Horarios lectivos adaptados ofreciendo enseñanzas de Bachillerato y FP por turnos o tardes, regulación escalonada entradas y salidas sin tener que compensar el tiempo lectivo que se pierda, espacios, agrupamientos de alumnos que no respondan a niveles o edades, integrar asignaturas en ámbitos, permitiendo que los docentes impartan clases por afinidad de atribución docente y no sólo por estricta especialización de materias.