Los médicos tendrán que declarar los viajes pagados por las farmacéuticas

Los médicos tendrán que declarar los viajes pagados por las farmacéuticas

23 mayo, 2017
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Actualizado: 23 mayo, 2017 9:31
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Hacienda ha puesto el ojo en los pagos en especie que abonan los laboratorios y farmacéuticas a los médicos, como los viajes a congresos y conferencias, así como dietas y alojamientos.

Hasta ahora Hacienda no exigía la tributación de estos pagos ya que entendía que eran gastos de formación necesarios para el desempeño del trabajo. No obstante, en una reciente resolución se ha modificado la doctrina y declara que los viajes a congresos deben pasar por el IRPF en concepto de «rendimientos del trabajo» o «actividad profesional».

No obstante, la Agencia Tributaria señala que «no cabe duda de que las asistencias a congresos financiadas (…) constituyen para sus destinatarios retribuciones en especie, planteándose ahora qué clase de rendimientos constituyen».

En este sentido, Hacienda abre el debate de cómo deben tributar estos pagos en especie, si a través del IRPF o bien a través del impuesto de Actividades Económicas. «Todas las contraprestaciones o utilidades, cualquiera que sea su denominación o naturaleza, dinerarias o en especie, que deriven, directa o indirectamente, del trabajo personal o de la relación laboral o estatutaria y no tengan el carácter de rendimientos de actividades económicas», indica el organismo.

Pero la ley define los rendimientos de actividades económicas como «aquéllos que, procediendo del trabajo personal y del capital conjuntamente, o de uno solo de estos factores, supongan por parte del contribuyente la ordenación por cuenta propia de medios de producción y de recursos humanos o de uno de ambos, con la finalidad de intervenir en la producción o distribución de bienes o servicios», y despeja dudas: «Tienen esta consideración los rendimientos de las actividades extractivas, de fabricación, comercio o prestación de servicios, incluidas las de artesanía, agrícolas, forestales, ganaderas, pesqueras, de construcción, mineras, y el ejercicio de profesiones liberales, artísticas y deportivas».

Teniendo en cuenta que las asistencias a los congresos no comportan en sí mismas el ejercicio de una actividad, la calificación de estas retribuciones en especie vendrá determinada por la labor o actividad a la que se vinculan o derivan; ello significa que procederá su calificación como rendimientos del trabajo cuando la “invitación” al congreso venga motivada por el puesto de trabajo desempeñado por el médico beneficiario. Por el contrario, cuando esa “invitación” se corresponda con el ejercicio libre de la profesión, su calificación será la de rendimientos de la actividad profesional.

En caso de que los laboratorios y farmacéuticas paguen en metálico a los médicos para sufragar los gastos de dietas y alojamiento, así como la entrada al congreso, «nos encontraríamos en presencia de una renta dineraria, de acuerdo con lo establecido en el segundo párrafo del ya citado artículo 46.1 del texto refundido», indica la Agencia Tributaria.

Desde Farmaindustria, la patronal de los laboratorios, afirman que «se trata de los primeros pronunciamientos que ponen en tela de juicio el criterio que se venía aplicando en esta materia y que expresó el Congreso de los Diputados en la Proposición No de Ley aprobada en febrero de 2017» por la que se instaba al Gobierno a «seguir considerando exentas de tributación las transferencias de valor dedicadas a la formación de los profesionales del Sistema Nacional de Salud, teniéndose por tales los pagos de las inscripciones a cursos, congresos o cualesquiera actividades formativas para las que hayan obtenido previa autorización del centro sanitario en el que presten sus servicios, así como los gastos de traslado y alojamiento que se deriven de la asistencia a las mismas, excepto los de manutención».

Asimismo, afirma que esta nueva consideración de Hacienda es ajena «la iniciativa de transparencia de la industria farmacéutica recientemente puesta en marcha y, por ese motivo, ni pueden vincularse ni ser utilizados para poner en cuestión esta valiosa iniciativa, pionera y respaldada ampliamente por las instituciones, que supone un compromiso irrenunciable para la industria farmacéutica.

Un negocio de casi 500 millones de euros

los 190 laboratorios de la patronal Farmaindustria y otros asociados al código de buenas prácticas mostraron sus pagos a médicos y organizaciones sanitarias correspondientes al año 2015.  Solo las diez las primeras grandes compañías del sector pagaron un total de 207,5 millones a médicos, científicas, profesionales, instituciones académicas o de pacientes. En total se pagaron 496 millones de euros.

Novartis abonó 37,2 millones de euros, seguido de Roche, con 31,7 millones, mientras que MSD pagó 28,8 millones de euros. Glaxo desembolsó un total de 23,4 millones de euros; Sanofi, 19,76 millones; Abbvie, 17,4 millones; Pfzier, 15,6 millones; Gilead Sciences desembolsó 12,7 millones; Bayer, 11 millones; y Johnson&Johnson, 9,7 millones.

Hasta hace pocos años, la industria agasajaba a los profesionales sanitarios con viajes de ensueño, con todos los gastos pagados y un salario por asistir a un Congreso de poca relevancia internacional. Estos pagos, admitidos por primera vez en 2013, pusieron en un aprieto a toda la industria, más cuando se destapó la corrupción y los sobornos. Simplemente se tratata de que muchos profesionales prescribían los medicamentos de las farmacéuticas que le agasajaban con regalos esplendidos muy por encima de lo que puede suponer el detalle de una caja de vino.

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