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Los sindicatos europeos no reúnen ni 5.000 personas en Bruselas contra lo que ellos denominan la ‘ultraderecha’

Los sindicatos europeos no reúnen ni 5.000 personas en Bruselas contra lo que ellos denominan la ‘ultraderecha’

26 abril, 2019
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Actualizado: 26 abril, 2019 17:51
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Una nueva muestra del fracaso de los sindicatos socialistas y comunistas de UE es el escaso poder de convocatoria que tienen. Hoy habían convocado una manifestación contra lo que ellos denominan la ‘ultraderecha’ y sólo han logrado reunir a 4.600 personas, según la Policía.

La Confederación Europea de Sindicatos (CES), que aglutina a las corrientes socialistas y comunistas, movilizó este viernes sólo 4.600 personas, según la Policía, para pedir un voto en las elecciones europeas de mayo que apoye los derechos laborales y no dé alas a la que ellos llaman la ‘ultraderecha’, que pretende, siempre según ellos, «destruir Europa». Este fracaso de la convocatoria es reconocido por los propios sindicatos que aunque elevan la cifra de la Policía, como suele ser habitual, sólo hablan de 8.000 manifestantes.

«No es posible construir Europa a través de la ultraderecha, que quiere sencillamente destruir Europa», indicó a la prensa el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, un sindicato que sufre en España una sangría de militantes, durante la manifestación convocada por la CES -en la que está inscrito ese sindicato español- en pleno barrio donde se encuentran las principales sedes de las instituciones europeas.

El secretario general de la CES, Luca Visentini, aseguró en un comunicado que estos comicios europeos «son los más importantes en décadas», por lo que los ciudadanos están llamados a votar «por candidatos y partidos que luchen por una Europa más justa para la clase trabajadora».

«Que no sean engañados por la extrema derecha, los antieuropeos y los partidos soberanistas. No ofrecen ninguna solución a los problemas que afrontan hoy los trabajadores», apuntó. Otra cosa, sin embargo, es lo que opinan los electores, porque los movimientos de derecha alternativa, que no tienen nada que ver con la ultraderecha, por mucho que se empeñe la izquierda, están en alza en toda Europa, por la claridad de su mensaje y porque dan de lleno en las demandas de la ciudadanía.

La movilización de hoy pretende «llamar la atención de que el problema no es que hay mucha Europa, sino que falta Europa», comentó Álvarez, y defendió «fortalecer con el voto y con las opciones políticas a las que se vote la construcción de una Europa social, de derechos, donde prevalezcan las personas por encima de los mercados». Por cierto, Álvarez sueña en España con un gobierno de Sánchez, Iglesias y los que quieren romper España e insultan a los españoles, como hacen de forma reiterativa con la vista gorda del actual Gobierno, los separatistas catalanes.

Como ejemplo de iniciativas, se refirió a un seguro de desempleo común para todos los trabajadores de la Unión Europea (UE) o a una autoridad laboral europea que pueda «actuar de manera directa» cuando los derechos europeos estén en cuestión, sin tener que realizar denuncias a través de los Estados miembros.

Álvarez también confió en que las elecciones al Parlamento Europeo de finales de mayo «pongan fin» a las «grandes contradicciones» de la UE, «con declaraciones cruzadas de comisarios en función de la ideología y las responsabilidades que tienen».

Se refería así a las declaraciones del comisario europeo de Asuntos Económicos, el socialista francés Pierre Moscovici, en las que afirmó recientemente que había llegado la hora de subir los salarios en España.

«Bienvenidas sean las declaraciones de Moscovici, efectivamente España tiene que subir salarios, eso es lo que va a generar más empleo porque va a generar más consumo», comentó el líder sindicalista.

A su juicio, «no tiene ningún sentido mantener las políticas de austeridad o ‘austericidio’, que son las que nos han llevado a esta situación de miseria y de cierto euroescepticismo que vivimos en nuestro país». Lo qu e no dice, sin embargo, es que a esa situación se llegó por el dinero público se derrochó en época de bonanza económica, como ocurrió en España, con José Luis Rodríguez Zapatero.

En España, consideró que «seguimos a la cola de Europa en empleo, en gasto social, desde el punto de vista de la recaudación de impuestos y, en consecuencia, a la cola de Europa desde el punto de vista de los derechos, mírese por donde se mire».

Además de las elecciones europeas, afirmó que las generales del próximo domingo en España «tienen gran importancia para intentar ganar derechos y libertades». Por cierto, siempre crítico con la reforma laboral del PP, una reforma, que como Podemos, uso el sindicato socialista para despedir a trabajadores.

«Que seamos un país que reparta la riqueza, y repartir la riqueza quiere decir cobrar más impuestos, subir los salarios», pidió.

Álvarez opinó que «la derecha liberal conservadora, cuando promete creación de empleo, está hablando del viento, porque ellos no piensan hacer nada para crear empleo». Tampoco reconoce aquí que tras 10 meses de Gobierno socialista de Pedro Sánchez se ha destruido empleo, no se ha creado.

«Sencillamente creen que el mercado, por sí solo, crea empleo, y eso es lo que lleva a España a tener una economía absolutamente dependiente de las cosas que pasan fuera de nuestro país», indicó.

Desde su punto de vista, España necesita «un cambio de modelo productivo, que se cree empleo de calidad, en el sector industrial, y eso no va a venir por unas condiciones internacionales determinadas, sino sobre todo por las cosas que hagamos en nuestro país», dijo.

Álvarez abogó por la formación de los trabajadores, la inversión en investigación y desarrollo o una transición «justa» frente al cambio climático.

«Sentarse a esperar qué va a pasar con el empleo en nuestro país es propio de los liberales, y ya sabemos que esas recetas lo que generan es más desigualdad, más empleo precario, más jóvenes en el desempleo y más mujeres con unas condiciones de trabajo insoportables», concluyó. 

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