Madrid defiende las «prisas» y legalidad de retirada de vestigios franquistas
Madrid, 2 feb.- El Ayuntamiento de Madrid ha defendido hoy que ha cumplido con la legalidad y los procedimientos necesarios para retirar los tres vestigios vinculados con el franquismo, todos ellos «de titularidad municipal», y ha justificado la urgencia de su actuación por el proceso judicial abierto contra la institución.
La concejal delegada de Cultura y Deportes, Celia Mayer, ha dado estas explicaciones tras conocerse hoy la retirada del monumento por el fusilamiento de ocho carmelitas en el cementerio parroquial de Carabanchel Bajo; la lápida dedicada al falangista José García Vara y el monolito al Alférez Provisional en la plaza de Felipe IV.
«Nosotros tenemos una denuncia interpuesta por incumplimiento de la ley. Esto es una cosa que está pasando en todas las comunidades autónomas, todas están cumpliendo la Ley de memoria histórica excepto Madrid, que lleva sin cumplirla desde 2007. Por tanto sí, había prisa en que la ley se cumpliera», ha respondido Mayer cuando los periodistas le han preguntado si era urgente derribar estos recordatorios franquistas.
Celia Mayer anunció que retiraría cinco vestigios relacionados con el franquismo y cambiaría el nombre de 30 calles en seis meses en el mismo pleno en que, a propuesta del PSOE, se aprobó elaborar en un plazo de cuatro meses un Plan de Memoria para que todo el callejero madrileño se adaptase a la ley.
«Todos estos vestigios son de titularidad municipal, no son de propiedad privada y además no es necesaria ningún tipo de autorización para proceder a su retirada, de acuerdo con la Ley de memoria histórica», ha dicho la delegada sobre la actuación del Ayuntamiento.
Sobre la intención de la Comunidad de Madrid de remitir a la Fiscalía las actuaciones del Ayuntamiento si observa indicios de delito, Celia Mayer ha augurado un proceso «frustrado», porque ninguno de los vestigios retirados son bien de interés cultural y por tanto «no hace falta» informar a la Comisión de Patrimonio.
Celia Mayer ha asegurado que el Ayuntamiento tiene la obligación de cumplir con la Ley de memoria histórica aprobada en 2007, que hasta ahora en Madrid «no ha tenido ningún tipo de aplicación», y ha denunciado la «actitud irresponsable» del PP.
A su juicio, «en el siglo XXI, un partido democrático sea de la ideología que sea tiene que hacer una lectura histórica de lo que ha pasado en este país».
Cuando los periodistas han preguntado por los criterios seguidos para retirar el monolito a los carmelitas fusilados y por la previsión municipal de retirar un monumento a José Calvo Sotelo, asesinado en el 1935, Celia Mayer ha respondido que «se encuentra justificado por una serie de informaciones técnicas» y «en función de eso se han tomado esas decisiones, todas de acuerdo a la ley».
La responsable de Cultura ha insistido en que todas las placas retiradas por su vinculación al franquismo eran de titularidad municipal, ninguna tenía un grado de protección que requiriese el permiso de la Comunidad y ha dicho que se retirarán el resto de monumentos y nombres de calles antes del mes de abril.
En el pleno, no obstante, Celia Mayer anunció que se retirarían la lápida a José García Vara, el monumento al Alférez Provisional, la lápida a los Caídos de Chamartín de la Rosa, los mártires de la Sacramental de San Isidro a los Caídos por Dios y por España en el Cementerio de San Isidro y la placa de los hermanos Falcó y Álvarez de Toledo, según consta en el diario de sesiones.
Por tanto, no se mencionó el monolito a los Carmelitas retirado por el Ayuntamiento. EFE