Matas se confiesa y acusa a Urdangarín
El expresidente del Govern Jaume Matas ha admitido que mantuvo una reunión en el palacio de Marivent con Iñaki Urdangarin, después de que éste le invitara a jugar una partida de pádel en la residencia real, para abordar de manera «informal» proyectos futuros. «Yo di la instrucción inicial y estoy aquí por eso, para asumir mi responsabilidad, intentar restituir el daño económico que he causado y asumir mi culpa porque yo tomé la orden inicial que ha desembocado en estas actuaciones», ha sentenciado.
Matas declara este jueves como acusado en el juicio donde afronta una petición de condena de 11 años de prisión por los presuntos delitos de prevaricación, malversación, fraude y tráfico de influencias por los contratos del Govern balear con Nóos para organizar dos foros de turismo y deporte y llevar la oficina de seguimiento del equipo ciclista Illes Balears-Banesto, por un total de 2,5 millones de euros.
El expresidente del Govern balear ha asegurado ante el tribunal que juzga el caso Nóos que la oficina de seguimiento del equipo ciclista Illes Balears-Banesto fue la «comisión» o el «peaje» que pidió Iñaki Urdangarin como «conseguidor» o «intermediador» para conseguir dicho patrocinio.
A preguntas del fiscal Anticorrupción, el expresidente ha relatado cómo en el verano de 2003, el entonces director general de Deportes, José Luis «Pepote» Ballester, también acusado y que «tenía una muy estrecha relación de amistad y confianza con el señor Urdangarin», le dijo que éste quería hacerle una propuesta y le invitó a «un acto lúdico», un partido de pádel en la residencia del entonces duque de Palma, el Palacio de Marivent.
En un descanso del partido y «de una forma muy informal», Urdangarin le explicó que mantenía «una gran relación con el mundo deportivo» y tenía la oportunidad de conseguir lo que definió como «una ocasión magnífica para las Islas Baleares» que es «poder adquirir el equipo ciclista Banesto».
«Me habla además de que él tendría interés, si este proyecto se lleva a cabo, en llevar la oficina del proyecto, de forma muy informal. Le digo que lo vamos a estudiar, yo delego en su persona de confianza que era el señor Ballester, que presente el proyecto, que presente papeles, ‘lo estudias y ya lo veremos’. Ahí nace la oficina del proyecto», ha detallado ante el tribunal de la Audiencia de Palma.
Matas ha admitido que asumir esa oficina era «el peaje» o «comisión» de Urdangarin para lograr el proyecto como «conseguidor intermediador o facilitador». Cuando avanzó el proyecto, se estableció que «una de las condiciones para llevar a cabo el proyecto es que hay una comisión que hay que pagar al señor Urdangarin», ha dicho.
Una parte del acuerdo era «pagarle esos 300.000 euros al señor Urdangarin», ha insistido.