BBVA Research ha revisado al alza la previsión de crecimiento del PIB de España en 2025 en cinco décimas, hasta el 2,8%, impulsado por la fortaleza del consumo privado y del turismo, especialmente en las islas y en la costa mediterránea. Para 2026, el servicio de estudios de BBVA prevé una revisión al alza de una décima del PIB de España, hasta el 1,8%, con pocos cambios en la composición del crecimiento.
Las mayores revisiones al alza en 2026 se concentran en el consumo de no residentes y en la inversión en construcción, pero son insuficientes para permitir a las comunidades más turísticas volver a crecer por encima del promedio, como sí harán en 2025. No obstante, según se expone en este Observatorio Regional correspondiente al primer trimestre de 2025, persiste la perspectiva de desaceleración, en un contexto de encarecimiento del precio de la energía, estancamiento de la Eurozona, aumento de la incertidumbre en política económica y tensiones derivadas del entorno geopolítico.
El aumento de la actividad en España en 2024 se ha revisado al alza en 0,1 puntos porcentuales, alcanzando el 3,2% en el conjunto nacional. La evolución reciente de los indicadores de actividad confirma una aceleración en la creación de empleo, un mayor protagonismo del consumo de los hogares y la resiliencia de las exportaciones de servicios, en especial del turismo. A nivel regional, las revisiones son marginales y no afectan a la jerarquía de crecimiento apuntada en la anterior publicación. Así, el buen desempeño del consumo de no residentes justifica las mejores expectativas en Canarias (3,7%) y Baleares (3,5 %), que habrían crecido por encima de la media. A estas se añade Cataluña (3,2 %).
En 2025 se mantiene la perspectiva de un sólido crecimiento del PIB de la economía española
Por otro lado, las exportaciones de bienes aún no han alcanzado la recuperación esperada, lo que explica que la mayoría de las comunidades del norte haya crecido por debajo del promedio. No obstante, algunas regiones han mostrado un desempeño más sólido, lo que ha llevado a una ligera revisión al alza debido al buen comportamiento de sus ventas al exterior. Así, podrían haber tenido un avance del PIB superior al promedio nacional Murcia (3,7 %), Castilla y León y Castilla-La Mancha (3,4 % en ambas), y Galicia y La Rioja (3,3 %).
En 2025 se mantiene la perspectiva de un sólido crecimiento del PIB de la economía española (2,8%), con una revisión de cinco décimas al alza. La fortaleza del consumo privado y de las exportaciones de servicios turísticos explican la mejora e influyen en su distribución a nivel territorial. Sin embargo, el bajo crecimiento de Europa y la incertidumbre en el entorno internacional no permiten aún un mayor protagonismo de las ventas de bienes al exterior.
Hacia delante, se consolida un entorno de fuerte crecimiento, con un dibujo regional que muestra pocas revisiones en 2026. El turismo seguirá avanzando, aunque con menor fortaleza que en años anteriores, lo que justifica una revisión al alza en las islas y reduce su diferencial negativo con respecto a España, pero no es suficiente para posibilitar que crezcan por encima del promedio (Canarias 1,7 %; Baleares 1,6 %). Sin embargo, factores como el encarecimiento del precio de la energía, el estancamiento de la eurozona o la incertidumbre de política económica y la relacionada con el entorno geopolítico plantean riesgos sobre el escenario y podrían limitar el crecimiento hacia delante.
La recuperación continuará durante los próximos meses
BBVA Research revisa al alza las estimaciones de crecimiento en 2025 en casi todas las comunidades autónomas. La jerarquía del crecimiento y el escenario no han variado sustancialmente. A nivel regional, el turismo seguirá apoyando el crecimiento en las comunidades insulares (Canarias 3,4 %; Baleares 3,2 %), junto con Cataluña (3,0 %) y Madrid (2,8 %). El consumo privado y el fin de algunos efectos de la sequía apoyarán la evolución de la actividad en Andalucía (3,0 %), Murcia (2,9 %) y Castilla – La Mancha (2,8 %).
Por su parte, según BBVA Research, el menor peso de los servicios, la atonía de las exportaciones de bienes (a la espera de los cambios en la política fiscal europea) y la consolidación fiscal lastran el avance de las comunidades autónomas del norte y de Extremadura. Navarra y La Rioja (2,7 %), Galicia (2,6 %), Extremadura (2,6 %), País Vasco (2,5 %), Aragón (2,4 %), Asturias y Cantabria (2,3 %) y Castilla y León (2,2 %) mostrarán tasas de crecimiento, sólidas, aunque por debajo de la media.
El impacto en el empleo y la demanda interna como consecuencia de la dana en la Comunitat Valenciana habría sido meno negativo de lo que se había previsto y la recuperación ha sido más rápida que lo apuntado hace tres meses, lo que se traslada a una revisión al alza del PIB de la Comunitat Valenciana hasta el 3,2 %.
Se espera una desaceleración de la actividad hacia 2026
De cara a 2026, la revisión del PIB de España de BBVA Research es ligeramente al alza (+0,1 puntos hasta el 1,8%). Se prevé cierto agotamiento de la contribución del gasto por parte de extranjeros y un menor crecimiento del consumo público. Esto afecta a las previsiones para el aumento del PIB en las islas (Canarias, 1,7 %; Baleares, 1,6 %) y en Cataluña (1,6 %). Por su parte, la consolidación fiscal puede limitar el avance ahí donde el peso de las AA.PP. es mayor, como en Extremadura (1,5 %) y Andalucía o Murcia (1,6 %).
Previsiones de crecimiento anual del PIB, según BBA
La caída de los tipos de interés, junto con las necesidades de vivienda nueva y una política fiscal que será neutral, apoyarán el avance de la inversión en algunas comunidades autónomas. En el caso de Madrid (2,0 %), esta comunidad podría ser una de las beneficiadas por el aumento de la inversión que se espera, particularmente en la construcción de vivienda. Por su parte, la mayor demanda por maquinaria y equipo puede beneficiar particularmente a las comunidades autónomas del norte, con mayor peso industrial. Esto permitiría avances del PIB por encima de la media en Cantabria y Navarra (ambas, 2,0 %) y el País Vasco (1,9 %). Por su parte, la Comunidad Valenciana (2,7 %) liderará el crecimiento el siguiente año gracias al impulso que supondrán las medidas para apoyar a los afectados por las inundaciones.
Sin embargo, persisten algunos riesgos sobre el escenario que podrían limitar el crecimiento futuro, según BBVA Research. Uno de los principales desafíos es el estancamiento secular de la economía de los principales socios comerciales de España, lo que está restringiendo el crecimiento de sectores clave, como la industria. Si el crecimiento del PIB en la eurozona en 2023 y 2024 hubiese sido similar al observado en los años anteriores a la pandemia, las exportaciones de bienes y servicios podrían haber aumentado hasta 2,5 puntos más en cada uno de los dos años, elevando el nivel del PIB en 2,5 puntos adicionales. En ausencia de una aceleración del crecimiento en la eurozona, las exportaciones, sobre todo las de bienes, continuarán lastrando la recuperación.
Uno de los desafíos es la crisis de la vivienda, según el BBVA
A esta situación se suma la incertidumbre generada por un posible incremento de los aranceles en Estados Unidos, que podría afectar a las exportaciones españolas. Si bien se espera que el impacto directo sea menor que en el resto de la eurozona, debido a la menor exposición de las empresas españolas a la demanda estadounidense, las repercusiones serán desiguales según la región y el sector. En particular, las ventas de maquinaria y equipo, medicamentos, automóviles y productos alimentarios y bebidas podrían verse más afectadas, con un impacto significativo en el País Vasco, la Comunitat Valenciana y Andalucía. Estos efectos, además, podrían amplificarse por el aumento de la incertidumbre en la política económica y su repercusión sobre la inversión.
Otro desafío estructural es la dificultad para abordar la crisis de la vivienda. La falta de consenso político ha obstaculizado la implementación de soluciones efectivas, como se evidenció en el reciente rechazo a la reforma de la Ley de Suelo en el Congreso. Factores como el elevado coste de construcción, la escasez de mano de obra, el bajo crecimiento de la productividad y la burocracia en la gestión del suelo están ralentizando la producción de viviendas y contribuyendo al encarecimiento de los precios. Este problema es especialmente crítico en la costa mediterránea, las islas y Madrid.
La incertidumbre política supone un factor de riesgo al PIB, según BBVA
Por último, el aumento de la incertidumbre en política económica en los últimos meses supone un factor de riesgo adicional. Actualmente, siete comunidades autónomas están operando sin presupuestos aprobados, lo que afecta a territorios que representan el 43% de la población española. Además, la Administración central sigue funcionando con las cuentas prorrogadas de 2023. Aunque, por el momento, esta situación no ha tenido un impacto directo en la actividad económica, podría generar consecuencias a medio plazo, afectando el cumplimiento de compromisos gubernamentales y aumentando el descontento social.