Credit Suisse pone fin a una historia de 167 años en los mercados
El banco Credit Suisse se despide hoy de los mercados, donde sus acciones aún cotizan en una jornada que pone fin a una historia de 167 años, un corolario inimaginable hace pocos meses, antes de que la caída de sendos bancos regionales en Estados Unidos generara una ola de pánico que tumbó al segundo banco con mayor capitalización de Suiza.
Credit Suisse había aguantado numerosos escándalos, había visto caer firmas de riesgo en los que tenía significativas inversiones y fue la parte acusada en investigaciones por corrupción en distintos países a lo largo de varios años, pero fue un ‘shock’ externo el que le llevó al borde de la quiebra, que evito únicamente gracias a la intervención indirecta del Gobierno.
El Ejecutivo suizo presionó al banco UBS para aquirir a su rival -por la modesta suma de 3.000 millones de euros-, lo que hizo más que por ayudarlo por evitar el impacto imprevisible que podía tener la onda expansiva de su derrumbe.
Credit Suisse nació en 1856 para financiar el desarrollo de la red ferroviaria de Suiza
Credit Suisse nació en 1856 para financiar el desarrollo de la red ferroviaria de Suiza y se mantuvo firme durante la crisis financiera global de 2008, cuando incluso se le vio como potencial comprador de UBS, que fue salvado en ese entonces del colapso gracias a un rescate estatal.
Con una imagen de solidez en su activo, Credit Suisse optó por multiplicar las inversiones de riesgo, una estrategia que se acentuó durante la gestión del franco-marfileño Tidhane Thiam como consejero delegado (2015-2020) y se mantuvo con Thomas Gottstein (2020-2022), pero que tuvo consecuencias desastrosas para la entidad.
Mientras Credit Suisse reducía gradualmente su capitalización, perdía confianza y encajaba los impactos de los distintos escándalos en los que aparecía su nombre, UBS se recuperaba, pagaba los préstamos que el Banco Nacional de Suiza (banco central) le había facilitado en 2008 y se afianzaba nuevamente como una entidad de referencia internacional.
UBS, comprador de Credit Suisse, es el resultado de más de siglo y medio de fusiones de 370 entidades bancarias
UBS es el resultado de más de siglo y medio de fusiones de 370 entidades bancarias, aunque el germen se puede considerar la Sociedad Bancaria de Suiza (SBS), una unión de seis bancos de Basilea existente desde 1854.
Ambos se fusionaron en 1998, año en el que UBS ganó su posición de primer banco de Suiza.
Tras el grave traspiés de 2008, UBS se fue recuperando y el pasado marzo, cuando se anunció que estaba dispuesto a adquirir Credit Suisse, su capitalización en Bolsa era de unos 77.000 millones de euros, frente a unos 11.800 millones de Credit Suisse.
En ese momento UBS empleaba a 72.600 trabajadores en todo el mundo, una cifra que aumentará con la absorción de Credit Suisse, que actualmente tiene unos 48.000 empleados (2.000 menos que hace tres meses, principalmente por personal que ha encontrado trabajo en otro lugar).
Se ha estimado que se tendrán que recortar al menos 10.000 puestos de trabajo de los que tenía Credit Suisse al momento de anunciarse la transacción, y que tendrán que cerrarse 75 sucursales en Suiza, además de las que tiene en otros países, sobre las que aún no se han aportado datos concretos.
UBS tiene 200 sucursales en Suiza, donde tiene la gran parte de su negocio
En término de desempeño financiero, UBS registró en 2022 un beneficio de unos 7.100 millones de euros, tras recibir a una gran parte de la clientela que huyó de Credit Suisse en el último trimestre de ese año, asustada por sus malos resultados sucesivos, reflejados en pérdidas de superiores a los 7.300 millones de euros en el mismo periodo.
En total, Credit Suisse sufrió una retirada de liquidez por valor de 126.000 millones de euros el año pasado, a pesar de lo cual su consejero delegado Axel Lehman dijo públicamente el pasado diciembre de que se estaba logrando un retorno de la liquidez, una aseveración que luego se reveló como falsa.