De Guindos habla de ‘condicionar’ el plan del BCE a medidas anticrisis y Calviño lo niega

El Eurogrupo y el Ecofin no han discutido sobre si fijar condiciones al programa del Banco Central Europeo (BCE) para evitar una fragmentación de los mercados de deuda en la zona euro, sino del «compromiso» para evitarlo, según la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño.

Calviño se ha referido este miércoles a las reuniones del Ecofin y del Eurogrupo, en las que ella ha estado y donde no se ha hablado sobre fijar una «condicionalidad» al instrumento antifragmentación, anunciado por el BCE, ante la fuerte escalada de las primas de riesgo de los países periféricos, con el fin de amortiguar los efectos de la inflación.

Momentos antes se había referido sobre este asunto el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, quien manifestó que todavía “no se habían discutido» las características de este programa en un escenario de primas de riesgo en la Unión Europea (UE) «no son equiparables en absoluto» a las de 2012. No obstante, en un momento de su exposición, De Guindos ha afirmado que «las condiciones se irán viendo».

Calviño y De Guindos han intervenido por separado por videoconferencia en el 39 Seminario de Periodistas de Información Económica (APIE), organizado en Santander, donde la vicepresidenta del Gobierno fue preguntada por los periodistas sobre la «condicionalidad» de la que hablaba De Guindos, aunque sin entrar en más detalles sobre lo que había comentado el vicepresidente.

«Me sorprende mucho que haya hablado (De Guindos) en esos términos», ha manifestado Calviño, al insistir en que en las reuniones a las que ella ha asistido no se había hablado de condicionalidad.

De Guindos, en este foro, ha recordado el instrumento que ya se creó en 2012 -en un contexto de crisis de deuda-, cuando se puso en marcha un plan llamado Operaciones Monetarias sin Restricciones (OMT), que nunca se llegó a utilizar teniendo en cuenta que estaba ligado a un programa de condiciones estricto.

UN MECANISMO DIFERENTE AL DE 2012

«La naturaleza de este nuevo mecanismo será diferente al de la OMT (Organización Mundial del Turismo)», ha avanzado De Guindos.

Según Calviño, de lo que sí se ha hablado en estas reuniones del Ecofin y del Eurogrupo es del compromiso» el BCE para lograr los objetivos de política monetaria y la necesaria normalización de los tipos de interés.

De Guindos ha defendido que este instrumento antifragmentación contribuirá a combatir la inflación en un entorno complejo que, en un hipotético escenario de embargo del gas ruso, podría llevar incluso a una recesión en 2023.

«El programa antifragmentación no debe interferir en el planteamiento de política monetaria» de lucha contra la inflación, ha subrayado.

Para combatir la inflación, el BCE ya ha anunciado una subida de los tipos de un cuarto de punto el próximo 21 de julio y otra en septiembre, que «puede ser superior» a esa cantidad «si las proyecciones (de inflación) se deterioran».

Ambos han intervenido en este seminario que ha comenzado este lunes, y concluye este viernes, en unas jornadas en las que se está hablando de sostenibilidad y digitalizacón como palancas para la recuperación económica.

CAMBIOS PREVISTOS

En este seminario, Calviño ha sido preguntada por la salida del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo, y del secretario de Estado de Migraciones, Jesús Perea, las cuales responden, según ha dicho, «a cambios que estaban previstos».

Ha puesto de manifiesto en este contexto la dificultad que entraña trabajar la administración pública en un contexto como el actual, en que «ha exigido un trabajo intenso y una toma de decisiones difíciles». Por ello, ha dicho que «no debe sorprendernos que haya movimientos y que los equipos cambien».