El IBEX 35, al compás de la inflación de Estados Unidos

El IBEX 35 y el resto de los grandes índices bursátiles mundiales evolucionarán este semana al compás de la publicación de los datos del IPC de julio en las grandes economías, como Estados Unidos, que será determinante para ver que decisiones futuras tomará la Fed sobre los tipos de interés, o China.

El próximo miércoles se conocerá la evolución de los precios en China el mes pasado, donde se espera que no registren variación alguna (el IPC se quedaría en el 0 %), lo que podría inducir a las autoridades chinas a adoptar nuevos estímulos para impulsar su economía unos meses después de abandonar la política de covid-0.

El IBEX 35 tiene el jueves su cita clave con la publicación del IPC de Estados Unidos

Ese mismo día también se conocerá la evolución de la inflación en Alemania el mes pasado, que podría quedar en el 6,2 % interanual, mientras ese dato se publicaría el jueves en Italia y en Estados Unidos, donde podría registrar un nuevo mes a la baja (serían doce consecutivos) y situarse en el 3 %.

El vienes se publicará la inflación de julio en España, que podría pasar del 1,9 % al 2,3 %, como indicaron los datos adelantados, así como la evolución de los precios en Francia.

Otros indicadores que se conocerán la próxima semana son la confianza de los inversores en Europa, dato a publicar el lunes, mientras que el viernes se divulgará la encuesta de la Universidad de Michigan de los consumidores estadounidenses (tras repuntar en julio a 71,6 puntos, se espera que este mes retroceda ligeramente, hasta 70,9, según SelfBank). Además, en el Reino Unido publicarán el PIB del segundo trimestre.

También se divulgarán algunos resultados empresariales a lo largo de la semana, como las cuentas de Bayer, Eon, Generali, Zurich, Deutsche Telekom o Walt Disney.

Los inversores también estarán pendientes de si el barril de petróleo Brent podría superar la resistencia de 85-86 dólares tras el recorte de la producción por Arabia Saudí, así como de la evolución del precio del oro, que se sitúa por debajo de 2.000 dólares y que está condicionado últimamente por la debilidad del dólar y la fortaleza de los bonos estadounidenses.