El precio del barril de petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió con una bajada del 1,52 %, hasta 78,43 dólares el barril, con los inversores atentos a la reunión de Jackson Hole y los próximos pasos de los bancos centrales.
A las 09:00 hora local (13:00 GMT), los contratos de futuros del WTI para entrega en octubre perdían 1,21 dólares con respecto al cierre de la jornada previa.
Los inversores buscarán pistas esta semana sobre si los bancos centrales seguirán subiendo los tipos de interés de sus países para luchar contra la inflación, ya que tanto la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos como el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón se reunirán en Jackson Hole (Wyoming) para celebrar su tradicional conferencia anual.
La reservas de petróleo caen en Estados Unidos
Las existencias de crudo continuaron cayendo en Estados Unidos y bajaron alrededor de 2,4 millones de barriles en la semana que finalizó el 18 de agosto, según anunció el Instituto Americano del Petróleo el martes.
«Hoy, la atención se centrará en los datos semanales de la Administración de Información Energética (EIA), y si bien los principales cambios en los inventarios podrían mover los mercados, será fundamental observar las medidas de la demanda de gasolina, ya que la continua debilidad de la demanda de los consumidores es uno de los mayores riesgos para los mercados petroleros en este momento», indica Tom Essaye en su análisis de The Sevens Report.
Este jueves, 24 de agosto, los grandes bancos centrales mundiales, desde la Reserva Federal de Estados Unidos, pasando por el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra o el Banco de Japón comienzan la reunión anual en la estación invernal de Jackson Hole (EE.UU.), seguida con atención por los mercados para intentar prever los próximos movimientos sobre tipos de interés en las grandes economías.
Ni siquiera las autoridades monetarias mundiales tiene claro que postura adoptar con el precio del dinero, porque si se exceden en las subidas pueden dar la puntilla a una economía que se desacelera en todo el mundo, y si no llegan al nivel adecuado, la inflación puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para los próximos años.