Ferrari debuta en la Bolsa de Milán
Ferrari ha debutado este lunes en la Bolsa de Milán con un precio de salida de 43 euros por acción y en sus primeros minutos de cotización registró una caída del 3,89%, por lo que fue momentáneamente suspendida. La escudería alcanzó los 43,24 euros por acción en los primeros minutos de cotización pero, acto seguido, su precio descendió hasta los 41,75 euros y sus títulos fueron suspendidos por la alta volatilidad.
Ferrari cotizará en solitario ya que acaba de ser separada del grupo italo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y estará controlada por la sociedad de cartera Exor, de la familia Agnelli.
Milán, que abrió en rojo en esta primera sesión del 2016, es el segundo listín donde cotizará la casa de Maranello, ya que también está presente en Wall Street.
En la ceremonia de inicio de cotización participaron el presidente de FCA, John Elkann, y el de Ferrari, Sergio Marchionne, quien en el libro de honor de la Bolsa escribió: «Una nueva meta, un nuevo comienzo».
«Competir en el listín de Milán, para Ferrari, es como regresar a los orígenes», aseguró Marchionne durante una intervención posterior.
También asistió el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, quien agradeció a los directivos de Ferrari su decisión de cotizar en Milán y expresó su deseo de que este año su país «corra más rápido que el resto».
El debut en «Piazza Affari», como se conoce al parqué milanés, estuvo envuelto en gran espectación y para ello, el edificio de la Bolsa se vistió del característico «rojo Ferrari» y a sus puertas se aparcaron varios modelos.
La cotización de la casa de Maranello en la Bolsa de Milán ha sido acogida por la prensa especializada como una puesta en valor del sector manufacturero italiano.
Tras la separación societaria entre FCA y Ferrari, todas las acciones del grupo italo-estadounidense en la compañía del caballo rampante pasan a una nueva empresa holandesa, FE Interim B.V, constituida recientemente para este fin.
La escisión forma parte de una serie de operaciones dirigidas a separar la participación de FCA en la mítica casa de Maranello y a distribuir sus acciones entre los accionistas del grupo.
En la práctica los socios de FCA se quedarán con el 80% de Ferrari y los mandos seguirán estando controlados por la familia Agnelli, que de facto la controlará a través de su sociedad de cartera Exor con el 33,4% de las acciones con derecho de voto.