La volatilidad se ha instalado de forma permanente en las acciones de la empresa asturiana en manos mexicanas Duro Felguera que hoy se disparan más del 32% en bolsa al vaivén de rumores de que podría estar acercando posturas con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), cuando quedan tres semanas, el 11 de marzo, para que concluya el plazo para el preconcurso de acreedores. Su bajo precio en Bolsa, inferior a los 0,50 euros alienta, además, estos movimientos especulativos.
A cierre, los títulos de Duro Felguera, grupo especializado en la ejecución de proyectos llave en mano para los sectores energético e industrial, entre otros, ha subido 0,1035 euros, un 32,81 %, hasta 0,419 euros. En lo que va de año, el valor sube un 83,38 %.
Los títulos de Duro Felguera han llegado a aumentar un 25 %, situándose el precio de la acción en 0,39 euros.
El periódico asturiano El Comercio ha publicado este martes que Duro Felguera y la SEPI acercan posturas antes de que acabe el preconcurso de acreedores, con la fecha límite puesta el próximo 11 de marzo.
La SEPI decidirá si capitaliza la deuda una vez evaluado el plan de negocio que solicitó a la compañía de ingeniería.
Duro Felguera puede formar parte de la Sepi al ser la primera empresa que no responde al préstamo concedido con dinero público
Duro Felguera podría convertirse en la primera empresa de las rescatadas en la pandemia que ve cómo la SEPI capitaliza el préstamo que le concedió entonces, lo que ayudaría a la asturiana a evitar de nuevo la quiebra y desplazar a los mexicanos Prodi y Mota-Engil como su principal accionista.
La empresa asturiana ya bajo el control de los accionistas mexicanos recibió la ayuda pública de 120 millones de euros (100 millones en un préstamo participativo y 20 millones, en uno ordinario) del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE), gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
La capitalización de la deuda es una de las opciones planteadas desde la dirección de Duro Felguera -actualmente controlada por los grupos mexicanos Prodi y Mota-Engil, que hace un año se hicieron con el 54,66 % de la sociedad- para tratar de salvar la delicada situación en la que se encuentra la compañía, en preconcurso de acreedores desde hace dos meses.
Sin embargo, en el consejo de administración celebrado la pasada semana la SEPI trasladó que, antes de plantear cualquier actuación concreta, la empresa debe elaborar un plan de reestructuración que garantice su viabilidad.
