El saldo de 2024 para el mercado de deuda se traduce en un aumento de las rentabilidades en la mayoría de los bonos soberanos, lo que resultó en pérdidas para los inversores debido al brusco cambio de precios en la recta final del año.
A pesar de esto, los bonos soberanos registraron una pérdida del 3,7% anual debido a la caída en los precios de los títulos gubernamentales, mientras que el bono estadounidense a diez años vio su rentabilidad aumentar al 4,55%. Por otro lado, solo la deuda corporativa y el high yield ofrecieron beneficios a los inversores en los últimos 12 meses.
El mercado de renta fija en 2024 estuvo marcado por el recorte de tipos de interés por parte de los bancos centrales y la creciente tensión geopolítica. La rentabilidad de los bonos soberanos y corporativos siguió tres tendencias claras durante el año: un aumento generalizado de los rendimientos hasta abril, una caída pronunciada hasta septiembre, y un repunte brusco en la recta final del año.
En los primeros cuatro meses del año, los inversores asumieron que los grandes bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE), no realizarían los drásticos recortes de tipos que se habían contemplado en 2023.
Esto incrementó la aversión al riesgo en el mercado de deuda, lo que afectó la rentabilidad de los bonos, independientemente de su fecha de vencimiento. Por ejemplo, el bono estadounidense a diez años alcanzó su máximo anual el 25 de abril, superando el 4,7%.