Riesgos en la Bolsa a finales de 2017: hacia una «importante desaceleración»

Riesgos en la Bolsa a finales de 2017: hacia una «importante desaceleración»

17 julio, 2017
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Actualizado: 17 julio, 2017 12:03
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Los inversores ya prestan atención a los posibles riesgos que se presentan en el segundo semestre del año. Y es que, todo se centra en la Fed, EE UU y China, donde el crédito está en el foco ya que es el único catalizador que mantiene la economía.

En su informe de perspectivas de cara al tercer trimestre del año, firmado por Steen Jakobsen, economista jefe y CIO de Saxo Bank, se pone de manifiesto los riesgos que tienen los mercados debido a la acción de los bancos centrales, que están realizando ya ajustes en sus políticas expansivas para dejar de lado definitivamente las heterodoxas medidas de consecuencias impredecibles.

Si los bancos centrales, además de subir el precio del dinero, promueven ahora la retirada de inyecciones de liquidez, el mercado podría entrar en una restricción al crédito, con la Fed como director de orquesta para poner fin a las enormes facilidades para recibir dinero. El BCE, de momento, cierra las puertas a expandir su política, tan solo prorroga la existente y cierra la puerta a los tipos negativos. No obstante, se espera que incremente los tipos a finales de 2018, tras mantener el 0% en la Eurozona desde 2009.

Pero China comienza ya a resentirse tras años de facilitar dinero contante y sonante a los consumidores. De hecho, desde Saxo Bank alertan de que el endurecimiento a la flexibilización de los bancos centrales en Occidente, junto al menor crédito en China y EE UU, así como la falta real de reformas que apuntalen un crecimiento sostenido de la economía, da pie a «una importante desaceleración» de cara a finales de este 2017. De momento, no se habla de recesión, un cisne negro que en caso de aparecer cambiaría de nuevo todo el escenario, pero partiendo de la base de que la banca ya ha sido advertida: no habrá más rescates públicos.

En concreto, el equipo de Jakobsen apunta que este escenario tendría una probabilidad del 60%.  «Con el crédito como único catalizador para estimular la economía global en los últimos 10 años, los inversores tienen que prestar atención a cualquier cambio en el precio del dinero, el impulso de crédito y el precio de la energía para entender la dirección de la economía», apuntan.

La subida de los tipos, junto con los programas de inyección de liquidez, y con el petróleo a la baja, Jakobsen señala: «Cuando el ciclo de tipos termine y que la inflación sea más baja, dando lugar a un exceso de rentabilidad para la renta fija y el oro, con algún riesgo para las acciones».

«Para los inversores, la verdadera cuestión es cuánto tiempo la zona euro será capaz de resistir la desaceleración del impulso global del crédito y si podrá convertir el optimismo actual en aumento de beneficios para evitar que el final del ciclo económico de EEUU acorte la recuperación», prosigue el economista.

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