Los dos retos del BCE para el 2017: inflación y proteccionismo

Los dos retos del BCE para el 2017: inflación y proteccionismo

14 noviembre, 2016
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Actualizado: 14 noviembre, 2016 12:36
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El Banco Central Europeo (BCE) se enfrenta ahora a dos retos de cara al 2017: la inflación y el proteccionismo. 
Vítor Constancio, vicepresidente del BCE, ha mostrado su preocupación por la subida de la inflación en la Eurozona, que se acercará al 1% en los próximos meses. Aún así, el BCE aún no tomará medidas al respecto, ya que esperará a diciembre para evaluar el impacto del IPC en la compra de deuda. Se espera que el BCE prolongue su programa hasta finales de 2017, pero podría incrementar el programa por encima de los 1,2 billones.
«Si los niveles de inflación subyacente -excluidos los precios energéticos y los alimentos frescos- se mantienen, podrían afectar con el tiempo a las dinámicas de la inflación general, que es nuestro objetivo», ha señalado Constancio tras intervenir en un congreso de banca en Fráncfort.
El BCE tiene como objetivo situar la inflación en niveles cercanos al 2%. El vicepresidente del BCE hizo hincapié en que «nos gustaría ver un punto de inflexión en la inflación subyacente porque sería un buen indicador de que la inflación se beneficia de factores internos«.
«El factor de los salarios es muy importante porque vivimos en economías de servicios, los servicios dominan el PIB (producto interior bruto) y la inflación en los servicios depende, principalmente, de los salarios y es por ello que vemos que crece la productividad y que la inflación comienza a normalizarse», dijo Constancio.
No obstante, el vicepresidente del BCE señaló que ha expresado el mismo mensaje que la entidad ha manifestado en los últimos boletines económicos de que «la inflación impulsada por factores internos todavía no ha comenzado a acelerar y que es algo que hemos dicho durante algunos meses».
El BCE observará qué ocurre en EEUU en términos económicos, según su vicepresidente, que pronosticó que «a corto plazo el crecimiento va a crecer en EEUU pero no es seguro que ese mayor crecimiento se vaya a traspasar al resto del mundo de la forma que lo hacía por el riesgo de proteccionismo». Recordó lo que ocurre ya en mercados emergentes, las salidas de capital y las depreciaciones de divisas. Estas economías emergentes son una fuente importante de demanda externa para las economías europeas. «Todo implica que quizá el efecto positivo del crecimiento mayor de EEUU no se sentirá tanto como en episodios pasados y es algo que Europa debe considerar e intentar apoyarse más en la demanda interna y políticas internas que apoyen nuestro crecimiento en Europa», añadió Constancio.
El BCE revaluará la situación de nuevo en diciembre y dependiendo de lo que ocurra en los mercados hasta entonces tendrá algo más qué decir o no, según su vicepresidente.
En este sentido, ha alertado de los efectos económicos negativos que puede tener la posibilidad de que EEUU aplique políticas proteccionistas, tanto para la economía de este país como del resto del mundo.
«La percepción del mercado de que EEUU se embarca en una nueva fase de política fiscal expansionista ha elevado el optimismo con efectos visibles la semana pasada», ha señalado.
El vicepresidente del BCE señaló que los mercados consideran que los estímulos fiscales «pueden romper la trampa de liquidez que ha dificultado el crecimiento en las economías avanzadas«.
La semana pasada se produjo un desplazamiento de bonos a acciones: los precios de las acciones subieron, mientras el valor de los bonos en todo el mundo cayó cerca de un 1 billón de euros, según Constacio.
Estos movimientos se producen porque el mercado considera que los estímulos fiscales incrementarán el crecimiento y la inflación más adelante, permitiendo una normalización de la política monetaria de EEUU a tipos de interés más elevados, añadió.
Constancio dijo que «anticipando esta evolución, los mercados vendieron bonos lo que condujo a un incremento de las rentabilidades a largo plazo», algo que es bueno para la rentabilidad de los bancos y se reflejó en la subida del precio de sus acciones en bolsa la semana pasada.
Pese a que muchos comentaristas han dicho que los últimos acontecimientos geopolíticos tendrán beneficios económicos, Constancio advierte de que será a corto plazo pero «los efectos reales negativos del aumento de la incertidumbre pueden venir posteriormente».
Pidió cautela a la hora de sacar conclusiones positivas de estos movimientos de los mercados porque puede que no indiquen necesariamente que la economía mundial acelerará la recuperación con un crecimiento mayor.
Constancio mencionó en este sentido que la política proteccionista de EEUU («America first») puede mitigar o, incluso, revertir el crecimiento y colapsar el comercio mundial, dañando todas las economías abiertas que dependen de las exportaciones. La semana pasada el candidato republicano, Donald Trump, ganó las elecciones presidenciales en EEUU.

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